Este conjunto de normas busca eliminar de raíz  la discriminación en el lugar de trabajo y asegurar que las operaciones de negocio no discriminen a clientes, proveedores o miembros del público. También buscan alentar a las compañías a defender los derechos de la comunidad LGBTI en los países donde operen.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos hace un llamado a las empresas a adherir a estas normas. Entre las empresas que ya han adoptado las normas figuran Coca-Cola, Ikea y Microsoft.

“Por experiencia sabemos que el cambio social requiere la participación activa de todas las partes de la sociedad, incluida, especialmente, la comunidad empresarial”, dijo Zeid Ra’ad Al Hussein en su discurso.

“Las decisiones que toman las compañías, ya sea con respecto a los recursos humanos, las inversiones, las cadenas de suministro o incluso el marketing, pueden tener un impacto real y, a veces, profundo en los derechos humanos de millones de personas”, añadió.

En el informe que detalla las normas, Zeid señaló que la influencia de los negocios puede acelerar el ritmo de cambio e instó a las empresas, grandes y pequeñas, a basarse en sus relaciones con distintas partes interesadas para promover una mayor igualdad para la comunidad LGBTI.

Las normas están basadas en los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos, adoptados por el Consejo de Derechos Humanos en 2011. Estos estándares son el resultado de un proceso de un año de consultas facilitadas por la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos y el Instituto de Derechos Humanos y Empresas, incluyendo reuniones regionales con representantes de empresas líderes en Asia, África, Europa y América del Norte y Sur.

Fuente: Centro de Noticias ONU