En Argentina el mar representa un 36% del territorio, pero solo un 2,6% está protegido. Es una de las áreas oceánicas más productivas del planeta, con un ecosistema particularmente diverso, con una población de más de 700 especies de vertebrados, 900 moluscos y más de 1400 especies de organismos. Pero el mar argentino está siendo afectado por la sobrepesca, la pesca ilegal e incidental y la contaminación. Se estima que más del 63% de las especies están amenazadas de extinción.

En este contexto, desde Sin Azul No Hay Verde, el programa marino de la fundación The Conservation Land Trust Argentina, impulsa la creación de los primeros Parques Nacionales Marinos del país: el Yaganés y el Namuncrurá Banco Burdwood II.

El proceso comenzó en 2014, con la promulgación de la ley 27.037, que establece un marco para el futuro sistema nacional de áreas marinas protegidas. En mayo de 2017, CLT comienza la campaña para la creación de parques nacionales marinos. Actualmente el proyecto está en el Congreso. “Esperamos que para fin de año este proyecto se transforme en ley y se puedan crear ambos parques”, afirma Lucila Masera, responsable de Relaciones Institucionales de CLT. El próximo paso para el Congreso es que el proyecto pase a comisiones, se apruebe, vaya a Cámara de Diputados para su votación y después que finalmente pase por el Senado. 

Los Parques son una herramienta legal fundamental y efectiva para la conservación marina, son una de las categorías más estrictas de conservación para el océano, donde no se permite realizar ninguna actividad extractiva. Su creación permitirá que los peces reproductores aumenten su tamaño, lo cual conlleva a una mayor cantidad de crías. De esta manera se produce el “efecto derrame”, al superar la capacidad de carga del área, los peces migran a nuevos lugares generando un nuevo “Hotspot” de pesca que reduce el esfuerzo pesquero. Las flotas necesitan estar menos tiempos en el agua, recorrer menos distancia e invertir menos recursos.

El Parque Nacional Marino Yaganes, se ubica al sur de Tierra del Fuego e Isla de los Estados, en el Pasaje de Drake que conecta el océano Atlántico con el Pacífico. Sus 69,000 km2 se acercan a las dimensiones de la provincia de Formosa (72.0066 km2), y su fondo marino se encuentra mayormente inexplorado. Se han detectado cañones submarinos y hay evidencia de bosques subacuáticos que probablemente contengan alta diversidad de especies. El propósito principal de la creación de este Parque es conservar y proteger los variados tipos de hábitats marinos y las especies sensibles, raras o con funciones claves para dichos ecosistemas (invertebrados del fondo, tiburones, peces, aves y mamíferos marinos).

Por su parte, el Parque Nacional Marino Namuncurá – Banco Burdwood II, abarca aproximadamente 28,973 km2, equiparable a la provincia de Misiones (29,801 km2). El Banco Burdwood es una meseta sumergida que, al ser de menor profundidad que las áreas circundantes y gracias a las corrientes que lo rodean, genera el ascenso de nutrientes de las profundidades, generando una explosión de vida. Burdwood II es una extensión de la actual reserva marina, Namuncurá - Banco Burdwood. En este caso, el propósito principal de su creación es extender al actual Área Marina Protegida, para conservar un talud escarpado con cañones submarinos en donde habitan conjuntos de especies frágiles y únicas del fondo marino como corales (corales verdaderos, blandos y falsos corales) y esponjas. Estos forman bosques de animales que dan refugio a otras especies.

La Administración de Parque Nacionales será el organismo competente a cargo del control y monitoreo de las áreas marinas protegidas una vez creada la ley. Para implementar un control adecuado se están investigando cuáles son las mejores herramientas.  En esta línea, indican que existen varias experiencias internacionales de las cuales se puede aprender y algunas de las herramientas que posiblemente se usen son informáticas como “Global Fishing Watch”, que muestra en tiempo real la ubicación de los barcos pesqueros a través de información satelital. También se está pensando en barcos y drones que monitoreen in situ.

Con respecto a los planes futuros y si se crearán más reservas, Lucila Masera detalla que la Ley 27.037 establece que el país tiene que crear un sistema nacional de áreas marinas protegidas. “Gracias a esta ley es que se están creando estas dos primeras reservas, pero lo que se tiene que crear es un sistema, es decir, una red de áreas marinas que protejan los diferentes ecosistemas que hay en nuestro mar. Hay que seguir trabajando para crear nuevas áreas que protejan a toda la gran diversidad que habita en el mar argentino y se puedan crear corredores donde las especies puedan habitar y moverse en paz”.