Seguridad en envases de alimentos ¿Cómo se integra la sustentabilidad?
Los materiales que están en contacto con los alimentos juegan un papel fundamental dentro de la producción de embalajes seguros, tanto que, asegurar su inocuidad y lograr la sustentabilidad es un desafío clave para las empresas del sector. Presentamos los resultados de un estudio reciente sobre la seguridad del packaging en la industria alimenticia y cómo están trabajando en América Latina las compañías líderes que se dedican a su producción.
En marzo de 2019, Safer Made y Forsythia Foundation presentaron el informe "Materiales seguros en el envasado de alimentos", en el cual analizan cómo se está dando la adopción de nuevos insumos que reducen o eliminan el uso de sustancias químicas peligrosas en el packaging de productos alimenticios, y donde dejan en claro la relevancia que tendrá el tema para la industria en los años venideros.
Los autores Marty Mulvhill y Adrian Horotan advierten de la importancia del tema ya que, "junto con la comida, también está presente el empaque y los materiales que la comida toca en el camino a la boca", por lo tanto, se debe tratar a los materiales del empaque como los ingredientes propios de la comida y demandar las opciones más sanas disponibles. Asimismo, instan a la innovación de materiales más seguros, en función de las funciones desempeñadas por los productos químicos de interés.
Dentro del estudio, se analiza el tema tan actual de los plásticos, principal grupo de materiales utilizados hoy en el envasado en contacto con alimentos, ya que son baratos, ligeros y ayudan a conservar los alimentos. Sin embargo, alertan que sólo algunos de los plásticos derivados del petróleo, como el PS o el PVC, son dañinos. En este, contexto, se presentan como alternativas a utilizar a los plásticos, la fibra de pulpa y los plásticos de base biológica (como son la celulosa y el almidón).
Los autores argumentan que las alternativas de base biológica resuelven algunos de los desafíos de sostenibilidad del plástico a base de petróleo, pero no son perfectos. La adición de productos químicos o materiales para mejorar el rendimiento de estos materiales también puede cambiar tanto su seguridad como sus atributos de rendimiento al final de su vida útil.
Debido a ello sostienen que los productos de papel y fibra de pulpa se han utilizado tradicionalmente para el envasado de alimentos y, sin embargo, con el tiempo han perdido terreno. Pero, recientemente, los productos de fibra de pulpa han vuelto a usarse, a medida que las compañías buscan alternativas a los plásticos derivados del petróleo basados en la demanda de packaging sustentables.
La industria en América Latina ante el factor clave: la innovación
La importancia que adquiere la innovación en el diseño y desarrollo de empaques sustentables en América Latina es clave para afrontar algunos de sus problemas sociales y ambientales. Estimaciones de la FAO indican que “en la región se pierden o desperdician al año 127 millones de toneladas de alimentos, (348.000 toneladas diarias, o 223 grs por persona y por día), equivalentes a US$ 97 billones de pérdidas de alimentos, 322 millones de toneladas de dióxido de carbono generados, e insumiendo 250 km3 de agua. El 6% de las pérdidas mundiales de alimentos se producen en América Latina y el Caribe, porcentaje que en términos de calorías pérdidas o desperdiciadas, representan el 15% de los alimentos disponibles para el consumo humano, a pesar de que 47 millones de sus habitantes aún viven día a día con hambre”.
Consultados por ComunicarSe, algunas de las principales empresas productoras de materiales y/o envases en la región nos cuentan por dónde pasan las innovaciones en las que están trabajando para dar respuesta a grupos de interés cada vez más exigentes.
Una de ellas es Tetra Pak, compañía en la que los empaques que producen contienen cartón, plástico y aluminio, y tienen como objetivo lograr que los envases que producen sean sustentables. Argumentan que para alcanzarlo, la empresa apunta a lograr que todo el material de envasado provenga de fuentes 100% renovables, sin poner en riesgo la seguridad, la calidad ni la funcionalidad de los productos.
“Innovar, seguridad alimenticia y sustentabilidad son los tres pilares de acción de Tetra Pak”, comienza explicando Horacio Martino, Gerente de Medioambiente de Tetra Pak para Cono Sur. “De esta forma buscamos soluciones y envases que protejan los alimentos y las bebidas, pero al mismo tiempo desarrollamos técnicas y materiales para que sean envases reciclables, que puedan convertirse en otros productos post consumo, que respeten los principios de economía circular o, en el caso del cartón, que es una de las materias primas que más empleamos, provenga de bosques protegidos por el Consejo de Administración Forestal (FSC)”, detalla Martino.
Como plantea el estudio antes mencionado, uno de los ejes a trabajar son los bioplásticos, donde Tetra Pak, también ha avanzado. En esta línea han empleado polietileno de baja densidad (LDPE) a base de caña de azúcar o plásticos procedentes de fuentes renovables con el objetivo de proporcionar innovaciones que agreguen valor. En este aspecto, invierten tiempo y recursos en la investigación y en la búsqueda de soluciones a los desafíos, entre otros, los derivados del uso de polímeros plásticos en los envases. “Estamos produciendo alternativas de base biológica para nuestras tapas de plástico y recubrimientos laminados”, agrega Martino.
Dentro de los aspectos favorables, destaca la protección de las materias primas y del entorno, y todas las ventajas derivadas de crear un envase a partir de fuentes renovables que garantice la seguridad de los alimentos. Pero también advierte el tiempo de investigación que esto conlleva, ya que en muchas ocasiones es mayor al esperado aunque los resultados compensen esta inversión de recursos y capital humano.
Luego del uso, Martino menciona que el otro problema que aparece es la persistencia del material en el medio ambiente. Por lo tanto, el empaque debe diseñarse teniendo en cuenta la función de fin de vida útil en todos los tipos de materiales, no solo en plástico. Se debe innovar en Plásticos Degradables, Tecnologías de Reciclaje y Envases Reutilizables. En esta área, en Argentina se recicla aproximadamente el 15% de los envases post consumo de TetraPak. “La situación económica del país ha afectado de lleno a este indicador, pero esperamos que, en los próximos años, la cifra siga creciendo y llegue a tasas cercanas al 25%. En toneladas son unas 8.000 al año considerando todas las soluciones de reciclaje”.
Por su parte, en Dow informan estar apostando al “ecodiseño”, para integrar la sostenibilidad y seguridad en los empaques. “Esto significa llevar al mercado resinas con tecnologías de vanguardia que posibiliten el desarrollo de envases más inteligentes, con menos impacto en el medio ambiente y facilidad de reciclaje”, informan desde la empresa.
Algunas de las soluciones desarrolladas en esta línea son el Diamanto, una película 100% de polietileno que, partiendo de una combinación de productos y procesos, logra de forma simultánea rigidez, brillo y transparencia, novedoso para las películas de polietileno y contribuye a simplificar las estructuras de embalaje. Otro ejemplo es OPULUX, una laca brillante con resistencia térmica que simplifica y reprocesa los embalajes flexibles para poder eliminar, por ejemplo, algunas capas de laminación. De este modo, se fomenta el uso de envases reciclables de un único material.
De todas maneras, el gran desafío sigue siendo el reciclaje. En esta línea, reconocen que las tasas de reciclaje de la mayoría de los plásticos aún no son suficientes en la mayoría de los países de América Latina, para ello han estado trabajando en diferentes tecnologías, como RETAIN, un polímero que permite reprocesar en forma conjunta embalajes de varias capas (con diferentes materiales), creando así una película reciclable que mantiene sus propiedades ópticas y mecánicas.
¿Cómo se comprueba la seguridad de los envases para alimentos? “Existen varias funciones clave que el embalaje flexible de alto rendimiento ofrece para prolongar la vida útil. Para mantener una protección efectiva del producto, un embalaje debe tener las propiedades de barrera inherentes correctas, resistencia y sellos seguros y herméticos. La resistencia adecuada del embalaje soporta la manipulación y el uso excesivo a lo largo de toda la cadena de suministro, y los sellos seguros y herméticos protegen el producto de su entorno mientras se mueve a través de la cadena de suministro. Otras características adicionales, como la capacidad de cierre, ayudan a conservar la frescura del producto después de que el consumidor haya abierto el embalaje”.
Más allá de analizar la seguridad del material propio del empaque, existen otros elementos, como los adhesivos, que deben cumplir ciertos estándares y asegurar la calidad del alimento. “Los adhesivos de empaque final deben permitir aplicación limpia, uniones fuertes, mayor aprovechamiento, la mejor eficiencia posible y el cumplimiento de las más exigentes normas de sostenibilidad y seguridad alimentaria”, comienza explicando Ignacio Martínez Sabino, Gerente de Comunicación Corporativa y Asuntos Públicos de Henkel Argentina & Chile.
¿Cuáles son los desafíos de integrar sustentabilidad y seguridad? “Hoy en día, las empresas tienden a reducir el impacto ambiental de los empaques a través de un menor consumo energético, desde la producción de la materia prima hasta la disposición final del envase”, responde Martínez Sabino y añadió: “El mayor desafío para la industria es lograr un balance entre eficiencia, funcionalidad y costo. El objetivo es alcanzar la optimización de materiales, uso de energía, generación de desechos y reaprovechamiento de los mismos”.
Las soluciones de seguridad alimentaria suponen minimizar el riesgo de migración de sustancias no deseadas desde el embalaje al producto alimenticio. Para ello, Henkel posee un enfoque completo para la evaluación de riesgos de los adhesivos, incluyendo cuestionarios de proveedores, evaluaciones analíticas de materias primas y productos finales y evaluaciones toxicológicas. “Esta capacidad de triple evaluación de la seguridad de los adhesivos y revestimientos en contacto con alimentos garantiza que ninguna sustancia crítica estará por debajo de los límites de migración indicados en la legislación actual”. Dentro de las soluciones, ofrece los adhesivos de baja migración Aquence LM para cajas plegables, bolsas, sacos y aplicaciones de laminación. “Este producto ofrece ventajas económicas y de rendimiento, teniendo el potencial de contribuir a una huella de carbono general inferior en la fabricación de embalajes”.
Por último, desde Henkel, indican que existe una creciente demanda de embalajes seguros, protegidos y sostenibles, impulsada por la creciente concienciación hacia la seguridad alimentaria y la salud. “Entendemos que nuestra tarea hacia los clientes consiste en proporcionar claridad y transparencia respecto a la selección de los adhesivos y revestimientos, desde un punto de vista legislativo y encontrar la solución correcta en nuestra cartera de embalajes seguros para alimentos, con el fin de cumplir estos requisitos de manera sustentable”, asegura Ignacio Savino. “El fabricante de envases tiene la obligación de garantizar que el envoltorio final del alimento cumple las normas vigentes sobre el contacto con los alimentos”.
El desafío para desarrollar envases sustentables está planteado y pasará por la apuesta a la innovación y la articulación entre los sectores público y privado. En este sentido se ha manifestado Erik Solheim, Director Ejecutivo de ONU Medio Ambiente: “Los beneficios del plástico son innegables. Es barato, liviano, duradero y fácil de hacer. Se puede usar de mil formas distintas. Nuestra comida se mantiene fresca por más tiempo gracias al plástico y la medicina moderna no existiría sin él… Pero las mismas propiedades que hicieron del plástico un producto revolucionario han propiciado también un ciclo de producción irresponsable y un consumo y desperdicio excesivos… En América Latina y el Caribe, los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil han entendido la urgencia de reconsiderar la manera en que producimos, usamos y gestionamos el plástico… El liderazgo y una fuerte intervención de los gobiernos son clave para adoptar nuevos modelos de negocios sostenibles. Las regulaciones y los incentivos pueden guiar a las empresas a innovar y buscar rentabilidad utilizando alternativas a dicho material”.
(Fotografía: Pixabay)
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