La nueva unidad, que constará de unos diez empleados que trabajarán con los equipos existentes en todo el banco, dependerá de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, que supervisa el trabajo del BCE sobre cambio climático y finanzas sostenibles.

“El cambio climático afecta a todas nuestras áreas políticas”, dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde. “El Centro de Cambio Climático proporciona la estructura que necesitamos para abordar el problema con la urgencia y determinación que se merece”.

El Centro de Cambio Climático dará forma y dirigirá la agenda climática del BCE interna y externamente, basándose en la experiencia de todos los equipos que ya trabajan en temas relacionados con el clima. Sus actividades se organizarán en líneas de trabajo, que van desde la política monetaria hasta las funciones prudenciales, y contarán con el apoyo de personal con experiencia en datos y cambio climático.

La nueva estructura se revisará después de tres años, ya que el objetivo es, en última instancia, incorporar consideraciones climáticas en las actividades rutinarias del BCE.