Larry Fink publica una nueva carta dirigida a los CEO con eje en la transición hacia una economía de cero emisiones
El presidente y director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, ha publicado una nueva carta destinada a los CEO de las empresas en las que invierten en nombre de sus clientes. Este año se centra en la transición global hacia una economía de cero emisiones netas, y lo que esa transición significa tanto para las empresas como para los inversionistas.
Entre los temas que aborda la carta se destacan la oportunidad que genera la transición a cero emisiones netas, la importancia de los datos y las divulgaciones, y cómo la sostenibilidad y las conexiones más profundas con los stakeholders generan mejores rendimientos.
Según Fink, en la lista de prioridades de sus clientes no hay tema que supere al cambio climático. En este sentido, plantea que el riesgo climático es un riesgo de inversión, y que la transición climática presenta una oportunidad de inversión histórica.
“Los modelos de negocio de todas las compañías se verán profundamente afectados por la transición a una economía de cero emisiones netas. En cambio, las compañías que no se preparen rápidamente experimentarán efectos negativos en sus negocios y valuaciones, ya que sus stakeholders perderán confianza en la capacidad que tienen para adaptar sus modelos de negocio a los profundos cambios que se avecinan”.
Fink considera que se necesita una transformación completa de la economía para lograr las cero emisiones netas y es optimista con respecto a que se pueda lograr. “Tengo gran optimismo con respecto al futuro del capitalismo y la salud de la economía, no a pesar de la transición energética, sino gracias a ella”, afirma.
Para el director ejecutivo de BlackRock los inversionistas no pueden preparar sus portafolios para esta transición si no entienden la manera en que cada empresa está preparada para las amenazas físicas del cambio climático y frente a la transición de la economía global a las cero emisiones netas. Es por ello que pide que las compañías den a conocer un plan que describa la forma en que su modelo de negocios será compatible con una economía de cero emisiones netas, es decir, una economía en la que el calentamiento global esté limitado a mucho menos de 2 °C, de conformidad con el objetivo global de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050. “Pedimos que usted revele la forma en la que este plan se incorpora en su estrategia a largo plazo y sea revisado por su Directorio”, escribe Fink.
“Entendemos que realizar esta divulgación puede ser difícil y que la variedad de tipos de informe aumenta la complejidad para las empresas. Apoyamos firmemente la adopción de un solo estándar mundial, lo que permitirá que los inversionistas tomen decisiones más informadas con respecto a cómo lograr rendimientos duraderos a largo plazo. Puesto que realizar mejores divulgaciones sobre sostenibilidad es favorable para los intereses de las empresas y de los inversionistas, insto a las empresas a que avancen con rapidez para emitirlas y que no esperen a que las entidades reguladoras las impongan”.
Pero el incentivo es claro: según Fink a lo largo de 2020 las compañías con propósito y mejores perfiles ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) lograron un mejor desempeño que sus pares. Incluso los resultados van más allá. “No solo los índices ESG de mercado general exhiben un mejor desempeño que sus contrapartes, sino que, dentro de los sectores, desde el automovilístico y el bancario hasta el de petróleo y gas, notamos otra divergencia: las compañías con mejores perfiles ESG tienen mejor desempeño que sus pares, pues gozan de una prima de sostenibilidad”.
Además, destaca el rol clave que tendrán los reportes al momento de publicar la información que considera estratégica para los inversores. “Cuando su empresa emita informes de sostenibilidad, le pedimos que sus divulgaciones sobre la estrategia de talento reflejen plenamente sus planes a largo plazo para mejorar la diversidad, equidad e inclusión, según resulte apropiado por región”.
Y concluye con una mirada esperanzadora sobre el rol que jugarán tanto el sector privado como el capitalismo en si para superar la crisis que ha provocado la pandemia. “Soy optimista. He visto cómo muchas empresas toman en serio estos desafíos, cómo se adaptan a las exigencias de mayor transparencia, mayor rendición de cuentas ante los stakeholders y mejor preparación para el cambio climático. Lo que he visto en las empresas es alentador. Ahora, los líderes de negocios y las juntas directivas tendrán que demostrar gran valentía y compromiso con sus stakeholders. Es necesario que actuemos más rápido para crear más empleos, más prosperidad y más inclusividad. Tengo mucha confianza en la capacidad de las empresas para ayudarnos a salir de esta crisis y crear un capitalismo más inclusivo”.
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