Costa Rica avanza hacia las cero emisiones
El Plan Nacional de Descarbonización cumple hoy dos años y ya alcanzó un 25% de sus metas, de la mano de una matriz energética 100 % renovable y avances más lentos en transporte y agricultura.
Con grandes avances y el 90.7% de las metas al 2022 en ejecución, el Plan Nacional de Descarbonización (PND 2018-2050), impulsado por el Gobierno de la República, cumple dos años desde su presentación el 24 de febrero de 2019.
A pesar de que la emergencia sanitaria generada por la COVID-19 presentó grandes desafíos al cumplimiento de metas establecidas para cada uno de los objetivos de los 10 ejes del PND, el avance se mantiene firme y constante. De hecho, un 25% de las metas trazadas en la etapa inicial (2018-2022) ya han sido concluidas.
Con este plan, el país centroamericano busca crear un modelo de desarrollo basado en la bioeconomía, el crecimiento verde, el mejoramiento de la calidad de vida de la ciudadanía y la inclusión social.
A la fecha, treinta y ocho entidades públicas, empresas privadas y organismos de cooperación internacional reportaron los resultados de sus acciones.
"El Plan Nacional de Descarbonización nos dio una ruta clara para modernizar nuestra economía, hacerla más eficiente y darle bienestar a nuestra ciudadanía. Estoy orgullosa de ver los avances en nuestras ciudades y nuestros paisajes. Hemos avanzado en el 90% de nuestras metas hacia el 2022, con iniciativas como la creación de los Parques Naturales Urbanos, la puesta en marcha del piloto de los buses eléctricos y docenas de proyectos en movilidad, residuos con apoyo de gobiernos locales y sistemas de agricultura y ganadería. Este es el futuro que Costa Rica necesita", puntualizó la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza.
En este tiempo, treinta y cinco instituciones gubernamentales adquirieron más de trescientos treinta vehículos eléctricos. Además, se cumplió con el 62.3% de la meta de instalación de centros de recarga para vehículos prevista para el 2022, al implementar cuarenta y tres de los setenta centros eléctricos rápidos previstos.
Se realizó un estudio para identificar mecanismos financieros para la movilidad sostenible y vehículos de bajas o cero emisiones, resultando como instrumentos más prometedores un ajuste al sistema del impuesto al uso de automóvil a través de un componente ambiental, así como el diseño de una nueva fórmula de cálculo basada en el impacto ambiental en vez del precio del vehículo.
En cuanto alcanczar un transporte de carga de cero emisiones, se trabajó en la implementación de la operatividad del Tren Eléctrico Limonense de Carga (TELCA). Se tiene una ejecución del 60% en el plan de integrar en el modelo de distribución y comercialización de carga, el uso de transporte de carga liviana y pesada.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) cumplieron con la meta de mantener una matriz eléctrica renovable al 100% este 2020. Además, 5 empresas de alto consumo han sido asesoradas por ICE en el marco del Programa de Eficiencia Energética bajo la norma ISO 50001.
- Sector industrial de bajas emisiones.
Para este eje de trabajo se introdujo equipos de aire acondicionado ecoeficientes tipo Split con R-290 a Costa Rica con 67 unidades instaladas, con 909 kg de refrigerante R-22 instalado y sustituido por NH3/CO₂ recirculado. Se destruyó 392 kg de gas refrigerante mediante co-procesamiento en HOLCIM, evitando su fuga al ambiente y la liberación de 392 tCO₂e.
Además, la empresa FIFCO invirtió en la investigación de envases de origen natural y compostables para sustituir el plástico como lo conocemos hoy. Por su parte, el proyecto PMR ha desarrollado un piloto donde se elaboraron 3 análisis de Ciclo de Vida (ACV) para dispositivos médicos, frutas y servicio de hospedaje turístico.
En el sector agroalimentos se reportan 3 procesos para programas de reducción de emisiones iniciados. Se tienen acuerdo de Junta Directiva con instituciones del sector privado: FEDECAÑA, CONARROZ y CORBANA. Además se tienen en gestión los recursos de cooperación para diseñar fincas que implementen tecnologías en el marco del modelo NAMA para el arroz, musáceas, y caña de azúcar.
De cara al 2022, se plantea desarrollar 2 nuevos programas de reducción de emisiones en: banano, arroz, caña de azúcar, además de 2 instrumentos financieros habilitados para impulsar la transformación de productores.
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