“Si los bancos más importantes del mundo van a ayudarnos a hacer la transición hacia una economía cero neto, es posible que deban acelerar el ritmo”, sostiene el nuevo paper oficial de la Fed. 

El artículo publicado a principios de este mes analiza las actividades climáticas de  los bancos globales más importantes. Se trata de treinta de los principales bancos del mundo (trece en América del Norte, diez en Europa y siete en Asia)  que en promedio han comprometido unos 1,2 billones de dólares al año en financiación verde.

Pero para la Reserva Federal, si siguen financiando proyectos a ese ritmo, es probable que solo alcancen los 33,6 billones de dólares en nueva financiación hasta 2050. Eso representa aproximadamente una cuarta parte de lo que se necesita. 

La mayor parte del financiamiento de la industria en este momento proviene de bancos en América del Norte, que aportan alrededor de $ 675 mil millones del total anual de $ 1.2 billones. Los bancos de Europa aportan aproximadamente 450 000 millones de dólares y los bancos de Asia aportan menos de 100 000 millones de dólares. China, que tiene los bancos más grandes del grupo por activos, aún no se ha comprometido explícitamente con una financiación sostenible. 

- Nuevos retos para la banca

En el transcurso de este año 2023, la FED requerirá a los seis principales bancos de los EE. UU que expliquen cómo proyectan su desempeño financiero en varios escenarios climáticos futuros y también cómo les irá durante la transición verde.

Aun así, se revela que los bancos analizados están financiando menos la producción de combustibles fósiles en los últimos años, Si bien eso puede sonar positivo para los ambientalistas, no es suficiente para que el mundo alcance las emisiones netas cero.

“A pesar de algunos avances de los grandes bancos globales para abordar las consideraciones del cambio climático, queda mucho trabajo por delante para medir y divulgar adecuadamente los riesgos relacionados con el clima, y para alinear mejor las actividades de financiación con sus objetivos de cero emisiones netas”, concluye el documento del banco central de Estados Unidos.