Bloquean la sede de Unilever en Londres en protesta por el uso de plásticos

05.09.2024 |

Los activistas de Greenpeace Reino Unido bloquearon las entradas a la sede de Unilever en el centro de Londres, reclamando por el fracaso de la empresa en sus objetivos vinculados a la reducción de la contaminación plástica.


Un grupo de activistas están bloqueando las entradas a Unilever House, utilizando productos gigantes de Dove y han colocado un cartel en la fachada del edificio, donde se observa una joven con el texto "Real Beauty", acompañada de los residuos plásticos tóxicos que produce la marca.

La acción, es la última parte en la campaña actual de Greenpeace contra la compañía y se produce después del anuncio de un importante retroceso en sus objetivos de reducción de plástico a principios de este año. También se produce antes de la ronda final de negociaciones para el Tratado Global de Plásticos en noviembre, donde Unilever desempeñará un papel clave como presidente de la Coalición Empresarial.

Hace veinte años,  Dove lanzó su campaña "Real Beauty", posicionándola como una marca con un "propósito" social y ambiental. Según un informe de Greenpeace International, publicado a fines del año pasado, mostró que Unilever era el mayor vendedor corporativo de las envases plásticos fléxibles, vendiendo el equivalente a 1700 por segundo. Se estima que solo la marca distintiva de Unilever, Dove, produjo 6.4 mil millones de sachets (envase de plástico flexible) en 2022, lo que representa más del 10% de las ventas totales de sachets de Unilever.

Una investigación de campo complementaria realizada por Greenpeace Sudeste Asiático y Greenpeace Reino Unido reveló imágenes de los envases plásticos flexibles de Dove contaminando playas y vías fluviales en Filipinas e Indonesia. Estos envases son dificiles de recoger y reciclar, además de provocar las inundaciones al obstruir las vías fluviales locales.

Greenpeace pide a Unilever que elimine gradualmente el plástico de un solo uso de sus operaciones y haga la transición a la reutilización en los próximos 10 años, empezando por los sachets. Greenpeace también pide a la empresa que defienda este mismo nivel de ambición en el Tratado Mundial sobre Plásticos de la ONU respaldando un tratado que limite y reduzca gradualmente la producción de plástico en al menos un 75 % para 2040.

“La contaminación plástica de Unilever está destruyendo el planeta y dañando a las comunidades. Se esconden detrás de la cara limpia y respetable de marcas como Dove, pero hoy estamos aquí para quitarle la cara a esa fachada y mostrar la horrible verdad que se esconde detrás”, advirtió Will McCallum, codirector ejecutivo de Greenpeace Reino Unido.

“Esta protesta pacífica está dirigida directamente a Hein Schumacher y a los ejecutivos de Unilever. Si bien sus predecesores abrieron el camino para que las empresas traspasaran los límites de lo que significa la ambición ambiental, en cambio ellos han encabezado el retroceso de Unilever en materia de sostenibilidad”, agregó. 

 

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