Anglo American Chile presenta un Informe que evalúa el Impacto Social de sus acciones comunitarias
Entrevista a Pablo Vidal, Gerente General de Sustenta+, miembro del Directorio de Acción Empresas, y responsable de acompañar a la minera Anglo American Chile en su primer Informe de Impacto Social.
¿Cómo surgió la necesidad de elaborar un Informe de Impacto Social para Anglo American? Y ¿Cuáles fueron sus principales características?
Este proyecto nació porque Anglo American quería determinar cómo y dónde estaba sucediendo el impacto de sus acciones en la comunidad. Fue un trabajo conjunto “con” ellos, y marca, a mi juicio, un hito para el ecosistema de sostenibilidad, ya que hoy no es suficiente solo con mostrar lo que se hace en comunidad, sino saber qué pasa con todo el capital humano y económico que se invierten en esos proyectos, y qué impactos tiene en la calidad de vida de las personas que forman parte de esas comunidades.
Para desarrollar este informe, lo primero que debimos definir como consultora asesora de Anglo American fue identificar el universo de beneficiarios de la inversión social de la empresa, es decir quiénes y cuántos son los beneficiarios de los proyectos. Esto no fue sencillo por la gran diversidad de personas y porque entre los beneficiarios teníamos también a las organizaciones - chicas, grandes, públicas y privadas - que trabajan con la empresa y se benefician. Este fue el primer punto crítico de la investigación.
Por otro lado, detectamos que un proyecto no solo impacta en el ámbito relacionado a su objetivo inicial, sino que puede tener impactos derivados, es decir, un proyecto puede tener un objetivo social pero indirectamente impactar otros temas, como por ejemplo, el medioambiente. En este punto, fuimos muy rigurosos en poder aislar correctamente los impactos, porque a veces miramos los proyectos como unidimensionales, cuando en realidad estos proyectos comunitarios tienen muchas derivadas, pero no se calculan por no ser parte del objetivo original.
Esta nueva mirada, permite sacar mayor retorno social a los proyectos, pues una vez que el proyecto tiene dos o más consecuencias (impactos) los evalúas y lo incluyes en el tablero de beneficios, y en ese ejercicio se empieza a maximizar el impacto con un mismo proyecto. Como contraposición, permite analizar aquellos proyectos que no tienen tantos resultados, y revisar si es conveniente seguir invirtiendo en él o discontinuarlo.
Así empezamos a notar que los resultados de los distintos proyectos tenían sinergia entre ellos, por ejemplo, varios proyectos tenían como medio de implementación a la “capacitación”, por lo tanto, se podían sumar esas capacitaciones, logrando una mirada más agregada de los impactos. Eso empezaba a mostrar una magnitud que a veces en la gran cantidad de iniciativas se diluye, pero al tener factores comunes se podrían agrupar. Así, se empieza a notar el modo que estás llegando a las comunidades.
Con respecto a la selección de las categorías de impacto, se diseñaron desde una lógica inversa, vale decir que son temas de alto interés para las personas que habitan las comunidades Anglo American y no necesariamente surgen como temas pre establecidos por la Compañía. Esto tiene un enorme valor desde la perspectiva del Stakeholder Engagement. Por eso, un paso previo que hicimos fue revisar los principales estudios de opinión de Chile y determinar el top ten de los temas que les interesa a las personas. Las 11 categorías son temas que están en la calle, en boca de todos, como empleos, emprendimientos, educación, salud, agua, biodiversidad, temas de agenda que tienen a la gente preocupada.
A partir de ello, se determinó mirar el impacto con el lenguaje que a la comunidad le interesa. Es un cambio de enfoque, de rendir cuentas en el lenguaje que quiere el público o grupo de interés.
¿Qué definición de "impacto" se utilizó? ¿Cuál es el aporte de la metodología desarrollada?
Aunque hay mucha métrica a nivel de beneficiarios y resultados, en el informe logramos tener una noción de todo el perfil de impacto que se podría estar generando y en menor medida cifras calculadas.
Para detectarlos, partimos de “ideas o intuiciones” que los equipos territoriales tenían al momento de desarrollar los proyectos, pero como no tenían una línea de base no pudieron ser calculados en el informe. De todas maneras, el mayor aporte del informe es que instaló la línea de base necesaria para medir dichos impactos en próximos ejercicios.
Podríamos decir, que fuimos capaces de conjugar y aprovechar la inteligencia comunitaria que tiene los equipos de relacionamiento de Anglo American, esa perspectiva e información que solo ellos tienen sobre lo que está pasando en la comunidad, y conectarla con datos cuantitativos.
Fue una combinación entre las ciencias exactas y las ciencias sociales, donde por un lado las ciencias sociales dieron una descripción de la realidad o el contexto y las ciencias exactas ayudaron a ponerle una estructura para poder reflejarlo de mejor manera. Así el informe deja explícito, al menos, una primera línea base en términos de donde está sucediendo el impacto, por lo tanto, indica donde se puede ir midiendo y calculando para poder maximizarlo.
El resultado fue tan beneficioso que la empresa se comprometió a mantener cierto grado de continuidad de la medición de impacto, actualmente están evaluando si mantendrán la lógica de la bianualidad o anualidad.
¿Cómo fue analizar los impactos de la minera en un año tan particular como el 2020 por la pandemia?
Fue un año complejo, principalmente para Chile porque partíamos de un 2019 influenciado por el estallido social y un año 2020 por la pandemia del Covid-19. Este proyecto estaba pensado para analizar únicamente el periodo 2019 pero cuando lo teníamos listo el mundo cambió y en conjunto tuvimos que decidir si se iba a incluir el 2020, y fue efectivamente esa decisión la que tomoó Anglo American y que nos alegró mucho. Por eso el proceso demoró casi un año de trabajo y análisis.
¿Este informe es complementario al Reporte de Sostenibilidad?
Sí, esto es un complemento del reporte de sostenibilidad. Para nosotros es la nueva tendencia del reporting. Cada día me convenzo más que es necesario desarrollar mecanismos, canales propios para cada público de interés. Y en el caso del del informe de impacto social su objetivo es responder a la pregunta cuánto lograste con todo lo que hiciste en la comunidad. No solo describir lo que hiciste sino sus resultados y beneficios.
Asimismo, es importante que el reporte de sostenibilidad tenga su propio público y dinámica de comunicación y complementar ese reporte con este informe, que en el fondo tendrá un ritmo sincrónico pero separado en términos de audiencias.
Cabe mencionar, que este mismo ejercicio, que se realizó a nivel de Anglo American Chile, se replicará para cada una de las tres operaciones que hay en el país, con una lógica más localista, es decir, con información que será útil a la gente que vive en la zona de influencia de cada una de esas tres operaciones.
¿Durante el análisis se relevaron las opiniones y experiencias de los beneficiarios de los programas? ¿Se incluyó a proveedores en la evaluación?
Sí, fue una parte central. Primero dialogamos con cada responsable en Anglo American que llevaba cada proyecto en las comunidades; asimismo hablamos con aquellas organizaciones externas que colaboraban con el desarrollo de esos proyectos y finalmente hablamos con los beneficiarios, porque era muy importante dilucidar cuánto cambió su estilo de vida y bienestar con estas acciones. Esto ayudó a lanzar públicamente el informe, porque se pudo corroborar ese valor que agregaba Anglo American a la comunidad. En este aspecto los testimonios corroboran los números establecidos y ayudan como una manera de legitimar el trabajo que desarrollan. Esto es importante, porque siendo una industria que genera expectativas a muchos grupos de interés, fue clave corroborar que los beneficiarios estuvieran disponibles para hablar públicamente, en un documento público, y afirmar que el proyecto género valor y cambió sus vidas positivamente.
En el orden cronológico primero tuvimos los números, cuando armamos las primeras maquetas solo teníamos los números, pero si queríamos llegar a la sociedad era clave contar con el testimonio. Entonces, fue primero la evidencia y después el testimonio, que actuó como una especie de verificador, lo que tiene un gran valor.
¿Cuáles son los desafíos que deben enfrentar las empresas a la hora de rendir cuentas a sus grupos de interés? ¿Qué recomienda a las empresas que desean realizar este tipo de informes?
Hay dos desafíos. Primero, entender que hoy se requiere una nueva forma de comunicar, ya que los grupos de interés demandan no solo mayor transparencia, sino también calidad en la información, eso genera la diferencia. Las empresas ya están avanzadas en reportar indicadores macro, así que el desafío esta en escarbar más, en encontrar el valor distintivo.
En el ámbito comunitario, como la responsabilidad social comenzó por el lado social, con el tiempo se dejó de lado la medición de impactos, luego de los desafíos de 2020 creemos que hoy el trabajo debe responder a la pregunta más básica de cómo cambia este proyecto la vida de los grupos de interés. Esto creo que será tendencia.
El segundo desafío y mi recomendación es dedicarle el tiempo necesario y tomarlo en serio. Hay que tomarse el tiempo para hacerlo bien, no es un estudio que se realizará rápidamente. Entonces, se necesita una visión a largo plazo para lograr mediciones serias.
Estoy convencido que esta nueva forma de reporte no va a reemplazar el reporte de sostenibilidad, porque tiene otro objetivo. Pero en el tema comunitario, es la nueva forma de rendición de cuentas.
Esto marca precedente y demostrara a los escépticos que piensan que es imposible medir el impacto social, que es posible, aunque habrá puntos a mejorar claro, pero es posible. Cuando más empresas se atrevan solo traerá mejoras de eficiencia, de retorno social y comunidades más prósperas.
El informe se puede encontrar en https://chile.angloamerican.com/programas-sociales/informe-de-impacto-social.aspx
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