El indicador de vulnerabilidad mide la sensibilidad de cada compañía ante los efectos del cambio climático.

La entidad comunicará en sus reuniones con sus clientes las oportunidades de financiación para proyectos más sostenibles, así como los posibles riesgos.

Además, el banco irá completando el indicador de cada compañía con información adicional que le suministren sus clientes. Tanto sobre los efectos en nuevos planes como en necesidades de inversión relacionadas con factores ambientales, como el consumo o la producción de energía de fuentes menos contaminantes, proyectos de eficiencia energética o planes de tratamiento de residuos, entre otros.