Según los autores, las ciudades inteligentes inclusivas son una oportunidad importante para avanzar en tres aspectos particulares en pos de un mundo justo y sostenible:

• Las ciudades inteligentes que hacen inversiones en nuevas infraestructuras deben centrarse en modelos que generen beneficios económicos para todos, con un enfoque particular en las comunidades que más necesitan oportunidades económicas.
   
• Las ciudades inteligentes también pueden promover los derechos esenciales, incluidas las oportunidades de trabajo decente, un nivel de vida adecuado y las oportunidades de participar en la vida cultural.
   
• El desarrollo urbano del siglo XXI debe diseñarse con el fin de reducir las emisiones nocivas en el clima para permitir que las ciudades sigan vibrando en medio de cambios en los patrones climáticos.

“Las ciudades pueden ser la base de un crecimiento económico verdaderamente sostenible. Las ciudades representan más de la mitad de la población mundial, el 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y el 80% del PIB mundial. La creación de ciudades inteligentes integradoras será, por lo tanto, un elemento esencial del esfuerzo mundial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Un esfuerzo coordinado para construir ciudades de baja emisión de carbono y resilientes también nos ayudará a alcanzar las ambiciones del Acuerdo Climático de París. Con las nuevas tecnologías inteligentes capaces de desbloquear la eficiencia energética en la vivienda y el transporte, las ciudades inteligentes pueden ser instrumentales para mantener el aumento de la temperatura global este siglo muy por debajo del umbral de 2 ° C del Acuerdo de París, expresó Aron Cramer, Presidente y CEO de BSR.