¿Cuáles son las empresas más influyentes en política climática?
Una nueva investigación del think tank británico InfluenceMap identifica a las 50 empresas más influyentes en la formulación de políticas climáticas y energéticas en todo el mundo. Apple, Unilever están entre las más proactivas a favor de estas políticas. Por otro lado, hay 35 empresas que están haciendo lobby en contra de estas políticas, la mayoría de la industria petrolera norteamericana y europea.
InfluenceMap critica que se estime el impacto que una empresa tiene sobre el cambio climático sólo por sus emisiones de gases de efecto invernadero. Propone abordar su influencia también en términos del impacto que genera en la política pública relacionada con el clima. Por ejemplo, la ONU debate en una investigación reciente los conflictos de interés y el lobby de las empresas petroleras en las Conferencias Climáticas y su influencia en la política pública.
InfluenceMap propone una lista de 50 empresas que están influyendo activamente en la política climática. La investigación introduce el concepto de Huella de Carbono Política, que mide el lobby que efectúa una empresa sobre la política climática.
Treinta y cinco de estas empresas están haciendo lobby en estos temas en contra de la política climática. Esto incluye a compañías de la cadena de valor de la industria petrolera (ExxonMobil, Valero Energy, Chevron); usuarios de energía pesada (BASF, ArcelorMittal, Bayer, Dow Chemical y Solvay); empresas eléctricas con grandes cantidades de capacidad de generación de carbón (Southern Company, Duke Energy y American Electric Power). Además, hay cuatro empresa automotrices que están buscando demorar este tipo de políticas s (Fiat Chrysler, Ford, BMW y Daimler).
Por otro lado, 15 empresas están presionando por una ambiciosa agenda política climática, favoreciendo la energía renovable y los vehículos eléctricos. Entre ellos figuran los firmantes de la iniciativa RE100 que se comprometen a comprar 100% de energía renovable y generadores de energía renovable (Apple, Ikea, Unilever, Coca Cola y Nestlé).
La investigación de InfluenceMap muestra que el grupo de compañías pro-clima se ha expandido notablemente en los últimos dos años desde el Acuerdo de París y las elecciones de 2016 en Estados Unidos. Espera que esta tendencia continúe a medida que más grandes corporaciones presionen a los gobiernos por una ambiciosa y coherente política climática para ayudarles a cumplir sus metas de descarbonización de manera rentable.
"El lobby debe estar bajo el mismo escrutinio que cualquier otra actividad comercial. Si las empresas están haciendo un esfuerzo concertado para socavar la política climática, bien puede ser la conducción de un riesgo sistémico que repercutirá en sus carteras", dijo Alice Garton, abogada de ClientEarth.
"Las corporaciones pueden influir en gran medida en las políticas adoptadas para hacer frente al cambio climático, por lo que es importante extender el análisis del comportamiento corporativo más allá de sus emisiones. Este sistema de contabilidad muestra claramente cuáles corporaciones están ayudando en una transición hacia un futuro con bajo nivel de carbono y cuáles están obstaculizando este esfuerzo. Los inversionistas preocupados por el cambio climático deben tener en cuenta las medidas de política corporativa en sus decisiones de inversión", afirmó Robert J. Brulle, Profesor de Sociología y Ciencias Ambientales, Universidad de Drexel.
"Los datos demuestran que la agenda de políticas climáticas, en términos de influencia corporativa, está siendo impulsada por un pequeño número de corporaciones globales masivas, y también muestra un grupo de poderosas compañías en los sectores de tecnología, bienes de consumo y servicios públicos apostar por el Acuerdo de París", finalizó Dylan Tanner, Director Ejecutivo, InfluenceMap.
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