El Consejo Publicitario Argentino presentó su campaña a nivel nacional “Chicos sin alcohol”, que se propone generar conciencia en torno a los efectos nocivos que tiene el consumo de bebidas alcohólicas en menores de 12 a 17 años e incentivar a que padres y adultos desnaturalicen el hábito, reafirmando que el consumo precoz de alcohol daña la salud, siempre.

Estadísticas oficiales demuestran que el consumo de alcohol en este segmento se encuentra en crecimiento. Según un estudio de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), entre 2010 y 2017, el consumo de alcohol en adolescentes de 12 a 17 años aumentó más de un 13%, siendo la franja etaria en que se verificó el aumento mayor.

La ingesta de bebidas alcohólicas es nociva para los chicos y los adolescentes en todas sus formas, dado que sus organismos no están preparados como lo está el cuerpo de un adulto. Sin embargo, el 70,5% de los estudiantes secundarios consumió alcohol al menos una vez en la vida.

En los menores, el consumo de alcohol siempre está desaconsejado. En este punto coinciden entidades internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como las distintas sociedades médicas y las autoridades sanitarias argentinas. Por ello, la legislación vigente en nuestro país prohíbe la venta de alcohol a menores de 18 años.

Efectos sobre el cerebro adolescente

El alcohol tiene la propiedad de modificar la conciencia, el ánimo y la percepción de quien lo consume. Como depresor del sistema nervioso central:

●             Altera el estado de conciencia

●             Disminuye la capacidad de respuesta

●             Disminuye la capacidad de coordinación motora

●             Disminuye el funcionamiento cognitivo

Existe una tendencia de consumo específicamente dañina conocida como Binge Drinking, que consiste en el consumo de grandes cantidades de alcohol en un periodo corto de tiempo. Este patrón tiene un impacto significativamente mayor para el cerebro que el consumo regular de alcohol. Son numerosos los trabajos que han documentado las repercusiones neurocognitivas y neuroconductuales asociadas a esta forma de ingesta.

Por otra parte, todas las evidencias coinciden en señalar que el consumo durante la adolescencia, y más aún el consumo en grandes cantidades, puede ocasionar daños puntuales como también cambios cerebrales significativos que condicionarán la respuesta del organismo al alcohol durante la etapa adulta.

Según datos de una encuesta realizada por Cervecería y Maltería Quilmes, el 37% de los padres no charla con sus hijos sobre el consumo de alcohol. Por eso, el objetivo de la campaña es llegar a padres y adultos para concientizarlos sobre esta problemática y que se desnaturalice la ingesta de alcohol en menores de 18 años.

En esa línea, la comisión de trabajo de “Chicos sin alcohol” desarrolló la web www.chicossinalcohol.org.ar en la que se brinda información sobre el tema, estadísticas, recursos de ayuda y una dirección de mail donde se podrán canalizar todas las consultas.

Entre las principales recomendaciones para padres y adultos es muy importante elegir el momento correcto para conversar, así como también dialogar en un marco de confianza. Los padres deben ser los referentes con los cuales los hijos puedan sentirse seguros, valorados y apreciados.

Para ver el spot, ingresar al siguiente link https://youtu.be/sP0ujaE8N_8