El evento, una iniciativa del Gobierno de Chile y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en alianza con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y ONU Mujeres, finalizó con un Llamado a la Acción y compromisos para impulsar la igualdad de género en el ambiente laboral. Las empresas participantes se comprometieron a tomar medidas concretas para lograr la igualdad para mujeres y hombres en el mercado laboral- como eliminar las brechas salariales de género, aumentar el número de mujeres en puestos de decisión y erradicar el acoso sexual en los lugares de trabajo- para impulsar enormes beneficios a las empresas y a las economías en general.

"Creemos en el poder de las alianzas público-privadas para reducir las desigualdades, incluida la desigualdad de género y su papel clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)", dijo la presidenta Michelle Bachelet de Chile, inaugurando el evento.

Durante la actividad se propuso una solución en la agenda: "Sello de Igualdad de Género" apoyado por el PNUD, una iniciativa que certifica las empresas que han eliminado las brechas salariales, aumentado el número de mujeres en puestos de decisión y trabajado para acabar con el acoso sexual en el trabajo. El PNUD ha estado apoyando a socios en 17 países de América Latina y el Caribe, África, Asia y Eurasia para certificar empresas públicas y privadas en el cumplimiento de los objetivos de igualdad de género.

A través de la iniciativa "Sello de Género", las empresas certificadas se comprometieron a eliminar las diferencias salariales entre hombres y mujeres, aumentar el número de mujeres en puestos de toma de decisiones, mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal, erradicar el acoso sexual en el lugar de trabajo y aumentar la participación industrias tradicionales.

En Chile, con dicho Sello de Género, la empresa estatal de cobre Codelco impulsó grupos mixtos de mujeres y hombres en esta industria tradicionalmente masculina, lo que resultó en un aumento de la productividad. De manera similar, el Banco Nacional de Costa Rica aumentó la representación de mujeres en puestos de toma de decisiones a través de un programa de liderazgo que permitió a 70 mujeres asumir puestos gerenciales, mientras que Scotiabank de Canadá identificó empleados potenciales para un “Banco de Talentos” ofreciendo programas tutoriales para mejorar el acceso de las mujeres a puestos de alto nivel.

"La igualdad de género en el lugar de trabajo se trata de una cuestión de derechos humanos para la mujer y un paso inteligente – para los negocios y un aumento general del desarrollo sostenible; pero no hay tiempo que perder ", dijo Richard Barathe, Director del Centro Regional para América Latina y el Caribe del PNUD. "Si el mundo logra los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030, las empresas tienen la responsabilidad crucial de ubicar la igualdad de género como un pilar empresarial fundamental que puede impulsar el crecimiento, que es inclusivo, sostenible y no deja a nadie atrás".

Barathe enfatizó que la igualdad para las mujeres en la fuerza de trabajo podría sumar hasta 28 billones de dólares a la economía mundial para 2025, según un informe del McKinsey Global Institute. Pero los retos son grandes: menos de la mitad de las mujeres tienen empleos remunerados fuera de sus hogares, en comparación con el 77 por ciento de los hombres. Además, las mujeres ganan en promedio un 23 por ciento menos que sus pares masculinos. Las mujeres también cuentan con una carga desproporcionada de trabajo de cuidado no remunerado, que les priva de oportunidades para obtener ingresos, iniciar negocios y participar en la vida pública, al tiempo que priva a las economías de sus talentos y contribuciones.