En entrevista con ComunicarSe, Cazorla consideró que uno de los hitos del período fue el lanzamiento de “El CV que no se ve”, un micrositio que brinda una serie de herramientas que ayudan a capitalizar las habilidades blandas que las personas adquieren al atravesar diferentes experiencias a lo largo de su vida. “Lo importante que tiene la plataforma es que posibilita valorar las habilidades con que se cuenta al momento de ir a una entrevista laboral, para que se las pueda poner en valor. Esto muchas veces significa trabajar sobre la confianza de esas personas que o no tienen experiencia laboral o han abandonado el mundo laboral hace tiempo. Y, en este sentido, no tienen la autoconfianza suficiente para reinsertarse laboralmente a pesar de tener muchas capacidades que pueden estar invisibilizadas”.

En materia de diversidad, la empresa se sumó al Directorio de la Red de Empresas Inclusivas de Argentina, que reúne a compañías y organizaciones públicas y privadas comprometidas con la inclusión laboral de personas con discapacidad en el país, y a la comunidad SilverTech, una iniciativa pensada para que personas de más de 50 años puedan mejorar sus habilidades digitales y rediseñar su carrera laboral.

Sumado a ello, se destaca el trabajo realizado en la integración socioeconómica del Barrio Mugica junto al Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral (CeDEL) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y el lanzamiento de Adecco Escuela, una iniciativa que generó trabajo formal registrado y que permitió formar perfiles especializados en la industria vitivinícola mendocina.

“El propósito y objetivo de la compañía es lograr que cada persona tenga un mejor futuro a través del trabajo. De nuestra parte contamos con políticas específicas para ayudar en la inserción laboral de colectivos vulnerables, y trabajamos hacia adentro generando cultura en toda nuestra organización, y hacia afuera acercándole a nuestros clientes herramientas que le permitan llegar a dichos colectivos para nutrir su fuerza laboral con esta diversidad. Lo hacemos con asociaciones del tercer sector, donde entendemos que esa comunión es necesaria para poder llegar de la manera en que tenemos que hacerlo. Puede ser a través de voluntarios de nuestro propio equipo, o con programas de concientización. Porque el objetivo es lograr el impacto final, tanto social como laboral”, explica Cazorla. Y agrega que observa una evolución a lo largo del tiempo entre sus clientes. “Notamos cada vez más empresas comprometidas con este objetivo de generar oportunidades laborales a estas minorías”, afirmó.

Otro destacado del período ha sido la generación de contenidos e información para promover la empleabilidad. Por ejemplo a través del lanzamiento del Podcast “Nuevo Futuro”, donde en 6 capítulos se comparte conocimiento sobre las formas de trabajar en la actualidad y el futuro del trabajo post pandemia.

Por otro lado, junto a Fundación Cimientos hicieron un relevamiento para dar cuenta de la percepción que tienen los jóvenes respecto de las dificultades que se les presentan a la hora de conseguir un primer empleo de calidad y formal, como así también la opinión de las empresas sobre los inconvenientes que deben enfrentar y las políticas de promoción de empleo joven que implementan. Un dato revelador que surgió es que más de la mitad de las empresas argentinas no cuentan con programas para fomentar el primer empleo.

“Actualmente los trabajadores valoran cada vez más el equilibrio entre su vida laboral, su vida personal, su salud, su bienestar físico y emocional. Son mucho más exigentes de lo que eran. Antes aparecía como una inquietud, pero hoy exigen resultados, políticas de las empresas que realmente le garanticen ese equilibrio. Y las empresas están en un proceso de adaptación. Porque hoy las personas tienen que creer que esas políticas son sólidas en la cultura de las compañías y son sostenibles. Por eso es muy importante que haya un propósito en las organizaciones y que los trabajadores realmente comulguen con él”, explicó Carzorla.

Para estar a la altura de las exigencias, desde Adecco advierten que los directores de Personal o de Recursos Humanos asumirán un mayor grado de responsabilidad frente a los desafíos inherentes en el futuro del trabajo: desde gestionar una cantidad cada vez mayor de datos y la rápida evolución de la tecnología, hasta promover el bienestar emocional del empleado, ganar la guerra por el talento, crear una cultura empresarial que sea flexible y ágil, y fomentar una mayor diversidad e inclusión. “Todo ello es parte de la responsabilidad de un director de Recursos Humanos. Estamos hablando de un cambio que les demanda hoy un perfil mucho más amplio que el que tenían en el pasado. Por ejemplo, si hoy una empresa no capta talento diverso e inclusivo no solamente se pierde de nutrirse de ello, sino que adicionalmente tiene una mirada penalizadora por parte de la sociedad y de los empleados que eligen trabajar allí”, explica Carzorla.

Por último, otro dato destacado ha sido que en 2022 el Grupo Adecco aprobó una nueva Política de Derechos Humanos y Laborales.
 

Reporte de Sustentabilidad Adecco Argentina 2022 by ComunicarSe-Archivo on Scribd