La resolución aprobada incluye un punto en el que, a su vez, se exhorta al Ejecutivo central a “introducir la perspectiva de género en las acciones de adaptación y mitigación, así como a contribuir al fondo establecido por los Acuerdos de París de diciembre de 2015 para financiar las acciones que contribuyan a afrontar las consecuencias del cambio climático y evitar los costes humanos, ambientales y económicos derivados”.

Del mismo modo, en este caso con los votos en contra de UPN y PPN, se emplaza al Gobierno de España a “promover en la UE la introducción del concepto de refugiados ambientales en la legislación de migración y asilo europea, e introducirlo asimismo en la española”. Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu, PSN e I-E han mantenido su apoyo.

Por último, se conmina al Ejecutivo del Estado a “comprometerse a incrementar la presencia de mujeres en las representaciones y delegaciones españolas y europeas presentes en las negociaciones climáticas y organismos internacionales relacionados con el cambio climático”.

En la exposición de motivos, la resolución impulsada por el G.P. Podemos-Ahal Dugu da cuenta de “injusticia global” que, para las generaciones presentes y futuras, supone el cambio climático, al que responsabiliza de “miles de muertos por desastres naturales” (sequías, desertificación…) y de ser la “primera causa de migración en el mundo” (más de 40 millones en 2011).

A ese respecto, se destaca que el cambio climático “no es indiferente al género, pues son las mujeres las que, de manera desproporcionada, soportan en mayor medida las afecciones, como lo demuestra el hecho de que 20 de los 26 millones de personas desplazadas en el mundo por motivos medioambientales son mujeres y niñas”, por otra parte “más vulnerables a la violencia sexual y al tráfico de personas”.

Con estos datos se estima “imprescindible integrar la perspectiva de género tanto en las políticas ambientales como migratorias, un ámbito en el que se movilizan 360 millones de dólares al año, de los cuales el 32% va a Europa y sólo el 4% al África subsahariana. Y menos del 1% está enfocado a las necesidades de las mujeres en los países más afectados”.