“La crisis de corrupción en Brasil generó un cambio de enfoque en la transparencia corporativa”
Denise Hills, Superintendente de Sustentabilidad de Itaú Unibanco de Brasil, estuvo en Buenos Aires la semana pasada para el evento internacional del Pacto Global de la ONU. La número uno de sustentabilidad del principal banco de Brasil conversó con ComunicaRSE, luego de seis años de la última entrevista, sobre el impacto de la crisis de corrupción brasilera en los enfoques corporativos de compliance y transparencia. Asimismo señaló los retos para movilizar fondos para la acción climática, sobre todo si se busca financiar fondos globales.
Durante el evento, se destacó la dificultad de movilizar financiamiento hacia la agenda verde, sobre todo ante el fracaso del Fondo Verde para el Clima que no ha logrado conseguir sus objetivos financieros anuales. ¿Cuáles cree que son las razones para que el mercado no logre movilizar financiamiento hacia la acción climática?
“Me gustaría tener un diagnóstico más acabado sobre el tema pero sólo tengo una apreciación. Creo que estamos todavía en los primeros pasos de aprendizaje en el mercado de finanzas verdes. Reconozco que ha crecido la comprensión del mercado sobre las oportunidades que estas finanzas traen a los negocios. Por ejemplo, hace cinco año los préstamos verdes en Brasil representaban sólo el 4% de toda la cartera, y hoy alcanzan el 14%. Y hasta el 18% si incluimos a los bonos verdes. La medición de los impactos de estos productos financieros se comenzó a realizar hace relativamente poco, y todo impulsado por la presión regulatoria en Brasil. Cabe destacar que recién en el 2014 Brasil contó con una resolución que obliga a las instituciones financieras a incorporar los riesgos ambientales y sociales en sus análisis financieros. Se trató de una regulación impulsada por los mismos bancos que venían practicando los préstamos verdes de manera voluntaria. El movimiento de las finanzas verdes en Brasil nació de la autorregulación y del protocolo verde en Brasil, que luego llevó a la regulación del sector.
Retomando tu pregunta, la dificultad que se percibe en la movilización de financiamiento para fondos verdes globales es una realidad. Mi opinión es que es más fácil movilizar fondos en sectores específicos, en industrias, por ejemplo. Y quizás hasta en un nivel regional. La dificultad mayor está en pensar en fondos globales”.
¿Cómo impactan los bonos verdes en la cartera del banco?
“Hoy los resultados son prometedores, las emisiones de bonos verdes del banco aumentaron de un 7,5% el año pasado a casi un 20% de representación en la cartera en 2017. Nos ayudó mucho el trabajo articulado que llevó adelante el sector financiero en Brasil, junto al WBCSD y al Pacto Global, que hasta publicaron una guía sobre bonos verdes.
Nosotros trabajamos con la principal iniciativa de los bancos, el Task Force on Financing for Development (TFFD), que impulsa la medición de los impactos del cambio climático en el capital del banco. Se trata de monetizar este impacto para que cobre importancia. La vuelta de tuerca que le dimos a este asunto fue pasar de la promoción de bonos verdes hacia una mentalidad verde. En lugar de estar pensando en productos verdes específicos la tendencia es contar con una mentalidad que evalúe cualquier operación financiera bajo la lupa de la sostenibilidad. Porque se puede hacer este tipo análisis en cualquier producto. Por ejemplo, al pensar en un crédito inmobiliario se pueden analizar los riesgos financieros de comprar una casa en una zona de inundaciones o de estrés hídrico".
"Somos uno de los 25 bancos del mundo que está midiendo el impacto del cambio climático en las finanzas generales del banco para que realmente formen parte de las decisiones financieras”.
¿La crisis por corrupción en Brasil impactó en los enfoques de compliance y transparencia de las empresas?
“Para mí la transparencia en sí misma es un asunto clave en todo el mundo. La mala experiencia brasilera ayudó a que la gente entendiera los verdaderos beneficios de la transparencia. Para las empresas que practican la transparencia a largo plazo fue y es un buen momento para mostrar cuán importante es este asunto para sus negocios. Si bien es un capítulo oscuro para nuestro país, creo que abrió muchas oportunidades para demostrar el compromiso real de las empresas. Es una oportunidad que no existía hace cinco años atrás.
Hoy la transparencia es un valor central para los negocios. La crisis generó que sea imprescindible tener un enfoque robusto de compliance. La empresa debe mostrar, cada vez más, cómo impactan sus negocios en estos temas. Las evaluaciones de impacto son la nueva moneda de los negocios. Si no se tiene una gestión planificada, basada en indicadores, no se generará la confianza necesaria en la sociedad. Lo que está cambiando es el enfoque para abordar la transparencia. Por ejemplo, en los índices de sustentabilidad y rankings se está transitando desde un enfoque más social hacia un modelo de gobierno”.
En el evento mencionó los resultados de su programa Mujeres Emprendedoras, a cuatro años de su lanzamiento, ¿podría mencionar algunos de ellos?
“Cuando hace cuatro años atrás nos propusimos lanzar un programa de microfinanzas con enfoque de género lo que veíamos era que había un problema de liderazgo femenino. En Brasil se ve muy claro que las operaciones de microfinanzas, microcréditos, tiene más de 56% de participantes mujeres, pero cuando se va al primer nivel de pymes el numero baja a 35% de las clientes mujeres que lideran empresas. A medida que la empresa crece las mujeres representan menos del 10% del liderazgo. El desafío entonces era cómo acelerar la participación de las mujeres en las decisiones de los negocios y de las empresas.
La alianza con BID no sólo consistió en generar un modelo de financiamiento con perfil de género sino también crear un programa de apoyo a las mujeres que las ayudará a superar las dificultades técnicas y a obtener mejores resultados de negocio. Cuando comenzamos, el primer año, arrancamos con un diagnóstico de situación que nos reveló que al iniciar el programa la mayoría de los emprendimientos eran liderados por mujeres, pero cuando estos proyectos crecían la participación de las mujeres se volvía menor. La mayoría le pedía ayuda a sus maridos para resolver los problemas financieros. Detectamos también que además de las cuestiones culturales, las dificultades técnicas estaban siendo un obstáculo para el liderazgo femenino. Así decidimos construir un modelo para ofrecer soluciones y que las mujeres ganen confianza al abordar cuestiones financieras".
Entrevista: María Julia Arana
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