Los Estados Miembros expresaron su preocupación de que pese a larga existencia de normas internacionales del trabajo en materia de igualdad de género, la brecha salarial de género todavía se sitúa en el 23% a nivel mundial.

En el Acuerdo Final de la Comisión llama al compromiso de todos los sectores para aplicar políticas de igualdad de remuneración mediante el diálogo social, la negociación colectiva, las evaluaciones de puestos de trabajo y las auditorías salariales entre hombres y mujeres, entre otras medidas.

Al mismo tiempo, los miembros de la Comisión reconocieron que la igualdad de remuneración y la protección social ayudarían a crear trabajo decente para los trabajadores remunerados y los trabajadores domésticos.

"Esta Comisión se ha comprometido fuerte, comprensiva y constructivamente en las últimas dos semanas a considerar las maneras más efectivas de lograr cambios para las mujeres en el mundo del trabajo", dijo Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres. "Hemos escuchado de todas partes el imperativo de poner este conocimiento en práctica y adoptar medidas en toda la sociedad”.

El Acuerdo subraya que las carreras de las mujeres no deben sufrir ninguna desventaja debido al embarazo y la maternidad, y destaca la necesidad de garantizar que tanto las mujeres como los hombres tengan acceso al permiso parental remunerado y de promover el uso por parte de los hombres de dichas prestaciones.

El Acuerdo supone una articulación con el sector empresario para promover medidas como una mayor flexibilidad en los acuerdos de trabajo; facilitación de la lactancia materna para las madres trabajadoras; desarrollo de infraestructura y tecnología; provisión de instalaciones asequibles y de calidad para los niños y otras personas dependientes; y adaptación de los sistemas educativos para permitir que las adolescentes embarazadas, así como las madres solteras, continúen y completen su educación.

La Comisión reconoció la importancia del acceso de las mujeres a los servicios de salud sexual y reproductiva para poder participar plenamente en la fuerza de trabajo.

Por primera vez, la transición de los trabajadores informales y domésticos a la economía formal fue un tema clave de debate para la Comisión, cuyos miembros coincidieron en la necesidad de promover el trabajo decente y la atención remunerada en los sectores público y privado; Aumentar la provisión de protección social y salarios que garanticen un nivel de vida adecuado; Y garantizar unas condiciones de trabajo seguras para las mujeres.

La Comisión pide que se refuercen los esfuerzos de los sectores público y privado para retener a las mujeres en la fuerza de trabajo y buscar un mayor equilibrio de género en los puestos directivos. Los Estados miembros pidieron además que se pusiera fin a la práctica de la diferenciación de precios basada en el género, también conocida como el "impuesto rosa", según el cual los bienes y servicios destinados o comercializados a mujeres y niñas cuestan más que los bienes y servicios similares destinados o comercializados a hombres y niños.

Mensaje del Director de la Comisión:

Más información del acuerdo aquí: http://www.unwomen.org/en/csw/csw61-2017