Las nuevas formas de pensar que exigen los objetivos climáticos a las empresas

07.11.2023 | Cambio Climático

Un nuevo estudio de la Escuela de Negocios Imperial College exploró cómo piensan y actúan actualmente las organizaciones para abordar el cambio climático y su eficacia a la hora de alinear sus emisiones con los objetivos climáticos globales. Advierten de la necesidad de incorporar nuevas miradas para reducir eficazmente la huella de carbono en el sector privado. La clave, el enfoque sistémico.


Los investigadores analizaron los datos de acción sobre el cambio climático recopilados por CDP. Revisaron evidencia de 622 grandes empresas que cotizan en bolsa en 32 países, que trabajaron en los sectores energético, industrial, de materiales y de servicios públicos, entre 2012 y 2020, revisando objetivos de emisiones, emisiones totales de gases de efecto invernadero, políticas de cadena de suministro, desarrollo de productos e informes de emisiones.

"Es bien sabido que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel compatible con los objetivos climáticos establecidos por el Acuerdo de París requiere cambios significativos en el comportamiento y las actitudes hacia las cuestiones medioambientales tanto por parte de individuos como de organizaciones", afirma el Dr. Cenci, Científico de la Escuela de Negocios Imperial College. "El problema está en la forma en que las organizaciones abordan la solución de estos desafíos, con una visión muy limitada, lo que significa que muchas iniciativas no logran alcanzar el nivel de éxito necesario para alcanzar los objetivos nacionales y globales establecidos", continúa.


Una nueva mentalidad con eje en el pensamiento sistémico

La solución, sugieren el Dr. Cenci y sus colegas, radica en adoptar una mentalidad de “pensamiento sistémico”. El mismo explora cómo los individuos pueden establecer y comprender las conexiones entre un conjunto de eventos y cómo se vinculan con sus propias experiencias. Esto les permite comprender el impacto de sus propias acciones y realizar cambios positivos en su comportamiento.

Los autores del estudio "Organizational system thinking as a cognitive framework to meet climate targets" explican que las investigaciones existentes han descubierto que la capacidad de un individuo para comprender el efecto del cambio climático y adaptar sus propios comportamientos para abordarlo requiere el desarrollo de habilidades cognitivas específicas, como el pensamiento sistémico.

Los resultados revelaron que las organizaciones que ya exhibían rasgos de este tipo de pensamiento pudieron lograr resultados ambientales superiores en comparación con otras con características de activos y políticas similares, reportando menores emisiones de gases de efecto invernadero.

En ese sentido, la investigación sugiere que, para combatir más eficazmente el cambio climático; las organizaciones necesitan incorporar el pensamiento sistémico organizacional en sus procesos y funciones centrales.

Al reconocer que sus operaciones a menudo no están alineadas con sus propios objetivos de sostenibilidad y más amplios, y se ven afectadas por múltiples factores sociales y ambientales, la investigación muestra que las empresas pueden lograr un impacto mayor y más auténtico, alineando sus trayectorias de emisiones con las esperadas por los objetivos climáticos del Acuerdo de París.

Además, como los pensadores sistémicos individuales también aprecian que la relación entre ellos y el mundo en general está en constante cambio, reconocen que las soluciones que implementan necesitan un reenfoque y una adaptación constantes. Este enfoque, señala el Dr. Cenci, permitiría a las organizaciones la flexibilidad y proactividad de las que muchas carecen actualmente.

El cumplimiento de los objetivos climáticos globales, como los establecidos por el Acuerdo de París, depende de las acciones y comportamientos de la industria. Por lo tanto, comprender qué factores impulsan los cambios internos necesarios en las prácticas de gestión que pueden ayudar a las empresas a reducir sus emisiones es crucial para diseñar mejores esquemas de incentivos, como políticas ambientales específicas y soluciones basadas en el mercado que puedan ayudar a los países a cumplir con sus contribuciones determinadas a nivel nacional”, concluye el Dr. Cenci.

Si bien los gobiernos de todo el mundo ya han incluido la capacitación en pensamiento sistémico en los planes de estudio educativos, estos hallazgos, dicen los investigadores, contienen consideraciones importantes para los líderes empresariales. Las políticas destinadas a fomentar el pensamiento sistémico dentro de las empresas podrían proporcionar un empujón muy necesario para realizar cambios verdaderamente efectivos en el comportamiento de sostenibilidad organizacional.

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