Los costos de la contaminación se llevan el 3,3% del PBI mundial
Un estudio elaborado por Greenpeace y el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA) calculó por primera vez el costo global de la contaminación causada por los combustibles fósiles en 2,9 billones de dólares al año en todo el mundo (3,3% del PIB mundial)
Greenpeace resalta que acabar con los combustibles fósiles conllevaría importantes beneficios sanitarios y económicos: según un estudio publicado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, cada dólar invertido bajo la Ley de Aire Limpio en dicho país generó al menos 30 dólares de beneficio. De forma similar, el “día sin coches” semanal de Bogotá (Colombia) registró entre 3,20 y 4,30 dólares en beneficios sanitarios por cada dólar invertido en el programa, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Journal of Urban Health.
Se estima que solo la exposición a partículas PM2.5 está detrás de 1.800 millones de jornadas de trabajo perdidas por enfermedad cada año en todo el mundo, lo que equivale a unas pérdidas económicas de 101.000 millones anuales.
Para Greenpeace, fijar el cierre de las instalaciones de carbón, petróleo y gas es esencial no solo para evitar los peores impactos del cambio climático, sino también para mejorar la salud a través de la reducción de la contaminación. Está demostrado que el cierre de las centrales de carbón conlleva beneficios sanitarios superiores al valor de la electricidad generada. Según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, una mayor ambición en la reducción de combustibles fósiles y en la inversión en fuentes limpias de energía podría reducir las muertes prematuras por contaminación cerca de dos tercios en todo el mundo.
“La contaminación del aire es una amenaza a nuestra salud y a nuestra economía. Cada año, la contaminación generada por los combustibles fósiles se lleva millones de vidas e incrementa los riesgos de padecer ataques, cáncer de pulmón y asma, además de costarnos billones de dólares”, afirma Minwoo Son, responsable de la campaña Aire Limpio en Greenpeace Sudeste Asiático. “Pero es un problema que sabemos cómo resolver: evolucionando hacia fuentes renovables de energía, poniendo fin a los coches diésel y gasolina y fomentando el transporte público”, añade Son.
Entre los datos que expone el estudio, destaca que alrededor de 40.000 niños fallecen anualmente antes de cumplir los 5 años por la exposición a micropartículas (PM2.5) procedentes de los combustibles fósiles. Además, el dióxido de nitrógeno (NO2) procedente de los vehículos de combustión y las centrales eléctricas está vinculado a unos cuatro millones de nuevos casos de asma infantil cada año, con aproximadamente 16 millones de menores afectados por asma por la exposición a NO2.
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