Los proyectos de Enel para combatir la escasez de energía en América del Sur

26.01.2022 | Energía

La estrategia de la empresa para acabar con la escasez de energía la ha llevado a apoyar proyectos comunitarios en Colombia y Chile. Los mismos buscan crear sentido de comunidad.


Según el documento “Seguimiento del ODS 7: Informe de los avances en materia de energía 2021”, el número de personas sin acceso a la electricidad en todo el mundo disminuyó de 1200 millones en 2010 a 759 millones en 2019, pero el problema está lejos de haberse resuelto.

El Grupo Enel informa estar comprometido con una transición energética justa y también con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Al ser una utility, Enel presta especial atención al ODS 7, “Energía asequible y no contaminante.”
 

Barrios por Adhesión

En primer lugar, el Grupo Enel se ha concentrado sobre todo en proyectos dirigidos a disminuir la escasez de energía en América Latina. En Colombia, por ejemplo, la iniciativa “Barrios por Adhesión” existe desde 2005. El objetivo es proporcionar electricidad segura y confiable en áreas de bajos ingresos donde, a menudo, los residentes no cumplen con las normativas urbanas. Aquí, las propias comunidades han construido con frecuencia su propia infraestructura eléctrica y los resultados pueden ser peligrosos. “Barrios por Adhesión” busca mejorar esta situación diseñando redes que cumplan con los estándares técnicos y donde los consumidores reciban facturas justas, proporcionales a su consumo. El proyecto contempla la identificación de los barrios que requieren atención, la elaboración de estudios de viabilidad, el trabajo con las autoridades gubernamentales, la planificación y ejecución de la obra, y la estandarización de las mediciones y los contadores.


Un sentido de comunidad

Hasta ahora, 26,000 nuevos clientes se han conectado legalmente a la red. Los trabajos se realizaron en las localidades de Rafael Uribe, Ciudad Bolívar, Usme, San Cristóbal y Bosa del Distrito Capital de Bogotá, y en los municipios de Soacha, Girardot y Fusagasuga, en el cercano Departamento de Cundinamarca. Pero todavía es necesario hacer mucho más. Se calcula que al menos 6,000 usuarios en Bogotá y 600 en Cundinamarca siguen teniendo conexiones a la red no autorizadas, y que aproximadamente 2,200 de ellos podrían cumplir las normativas. El plan consiste en hacerlo posible. El proyecto también incluye capacitación en temas como el uso eficiente y seguro de la energía, ciudadanía y gestión de proyectos. Al legalizar el suministro de energía en estas zonas, las comunidades no solo obtienen acceso a electricidad segura, sino que además se integran mejor en la sociedad.
 

 Progreso

La electricidad segura también es el objetivo del programa “Seguridad Energética en Campamentos”, en Chile. En este caso, estamos trabajando con dos ONG, TECHO Chile y Litro de Luz, y también con el municipio de Maipú, en las afueras del suroeste de la capital, Santiago. En esta zona existen dos asentamientos informales: Vicente Reyes y Luna de Haití. La situación de Chile se ha agravado a causa de la pandemia, que ha provocado un aumento del 225% en el número de familias que viven en barrios marginales. El objetivo del programa “Seguridad Energética en Campamentos” es suministrar energía sostenible a los residentes de estas comunidades. Además, el proyecto incluye alumbrado público alimentado con energía solar, programas sociales y talleres de Enel sobre eficiencia energética y prevención de riesgos eléctricos. Hasta ahora, se han realizado 685 conexiones y esto ha beneficiado a 2,740 personas. Estos resultados son alentadores. eannette Roa, líder de la comunidad del barrio Vicente Reyes lo expresa así: “¿Cómo no voy a estar feliz? Hemos progresado muchísimo. Hice todo lo que pude para que pudiéramos contar con este acceso formal al agua y a la electricidad.”

Estos son derechos básicos para todos los ciudadanos del mundo, por eso Enel está haciendo todo lo posible para promover una transición energética justa.

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