Minerales críticos bajo la lupa: sindicatos africanos exigen reglas obligatorias de derechos humanos

22.09.2025 | DDHH

En un contexto en el que los minerales críticos como el litio y el cobalto se han vuelto insumos estratégicos para la transición energética, los sindicatos africanos están reclamando que la Debida Diligencia en Derechos Humanos (DDDH) se convierta en un requisito obligatorio para las empresas que operan en el continente. La demanda surgió en una conferencia regional organizada por IndustriALL Global Union en Accra, Ghana, donde representantes sindicales de 15 países alertaron que el auge minero no puede reproducir viejos patrones de explotación sin beneficios tangibles para los trabajadores ni para las comunidades locales.


La voz sindical coincide con un debate que también se está dando en Europa y América Latina: cómo garantizar que las cadenas de suministro globales cumplan estándares de transparencia, seguridad laboral, igualdad de género y respeto ambiental. Los líderes gremiales señalaron la necesidad de contar con marcos normativos claros y vinculantes, que no dependan únicamente de compromisos voluntarios de las empresas. “La transición verde no puede sostenerse sobre condiciones precarias de trabajo ni sobre la exclusión de comunidades enteras”, señalaron en el encuentro.

Un punto novedoso de la discusión fue la referencia a los fondos de pensiones, cada vez más activos en sus estrategias de inversión responsable. Los sindicatos destacaron que estos actores financieros podrían convertirse en aliados estratégicos para exigir mayor diligencia a las compañías mineras y de tecnología que dependen de minerales críticos. La presión de los inversores institucionales, remarcaron, puede ser tan decisiva como la regulación pública para acelerar cambios en la conducta empresarial.

El debate también incluyó ejemplos concretos de cómo aplicar estándares de diligencia. Se mencionó la auditoría independiente realizada en Tenke Fungurume Mining, una de las mayores minas de cobalto del mundo, operada por la empresa china CMOC en la República Democrática del Congo. El proceso, llevado adelante bajo la metodología de IRMA, reveló serias deficiencias en materia de salud y seguridad laboral, derechos de los trabajadores y gestión ambiental. Lejos de ser un “sello verde”, el resultado expuso los riesgos de confiar únicamente en compromisos voluntarios y reforzó la necesidad de contar con marcos regulatorios más exigentes.

Entre las propuestas surgidas en la conferencia destacan el fortalecimiento de capacidades sindicales para monitorear el cumplimiento en terreno, la implementación de auditorías independientes y la incorporación de perspectiva de género para proteger a mujeres y jóvenes, sectores particularmente expuestos a la minería artesanal y al trabajo infantil. También se mencionaron como referencia la directiva europea de diligencia debida y la ley alemana sobre cadena de suministro.

El trasfondo de estas discusiones es estratégico: África es clave para el abastecimiento global de minerales críticos, pero enfrenta el riesgo de quedar reducida a ser un mero proveedor de materias primas, sin capturar valor en las cadenas de la economía verde. Para el sector corporativo, este llamado sindical refuerza la urgencia de anticiparse a una regulación más estricta y de adoptar políticas robustas de debida diligencia, que aseguren tanto la licencia social para operar como la sostenibilidad de las cadenas de suministro en el largo plazo.

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