La electrificación de las flotas de transporte público ha sido una estrategia clave entre ciudades y países que quieren reducir las emisiones del sector y mejorar los sistemas de transporte público con buses silenciosos, modernos y amigables con el clima. Políticas para promover vehículos eléctricos son la medida de mitigación más común para el sector, mencionadas en 21 de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC por sus siglas en inglés) (Tracker of Climate Strategies for Transport, 2021). 

Pero el logro de estos objetivos y la factibilidad de implementar la movilidad eléctrica en el transporte público requiere sistemas sostenibles también desde la perspectiva económica y financiera.

En este marco, el proyecto Moving Chile ha desarrollado la E-bus global tool, una herramienta que permite realizar evaluaciones económicas y financieras, para cuantificar los beneficios privados y sociales, y el costo de la electromovilidad en flotas de transporte público urbano de pasajeros.

El objetivo principal de la herramienta es informar a tomadores de decisión y potenciales inversores sobre la estructura de costos y posibles beneficios monetarios y ambientales del cambio tecnológico. Junto a esto, permite comparar costos, indicadores económicos y reducción de emisiones en buses o flotas de buses para distintos tipos y tecnologías.

La herramienta ha sido diseñada con la flexibilidad necesaria para permitir la evaluación de las distintas realidades del transporte público alrededor del mundo, a través de la adaptación de datos y parámetros a los propios de cada sistema.

Dos modelos financieros para evaluar

La E-bus global tool fue construida en base a dos mecanismos de financiamiento:

El primero corresponde a un modelo de operación tradicional, en donde el Operador de la Flota es también el dueño de esta. Los Operadores de Flota realizan la inversión necesaria para cubrir las inversiones de todos los activos.

El segundo modelo que permite la participación de actores interesados en impulsar la electromovilidad y que cuenten con recursos o capacidades financieras suficientes para realizar las inversiones requeridas.

Se considera que las inversiones son realizadas por un Proveedor de Flota y se realiza un contrato de servicio complementario con un Operador de Flota. De esta manera la propiedad sobre la flota y los activos se separa de la operación. La operación queda a cargo de un Operador de Flota, quién suscribe un contrato de arriendo con el Proveedor de Flota para el uso de los activos.

Para ambos modelos la herramienta entrega comparaciones, Total Cost of Ownership y externalidades entre flotas eléctricas y con tecnologías EURO V o EURO VI.

La herramienta será presentada durante la Semana del Transporte y el Cambio Climático de GIZ, y está disponible en español. Prontamente será actualizada con versiones en inglés y francés.