¿Cómo podemos involucrar a los consumidores para que actúen sobre el cambio climático?, a esta pregunta busca responder el nuevo estudio de consumidores de IKEA y GlobeScan.  El trabajo de investigación se pregunta cómo entienden el cambio climático los consumidores; qué están haciendo para tomar medidas en sus vidas diarias; y cómo motivarlos y capacitarlos para hacer más.

El informe se basa en grupos de investigación con más de 200 personas en Asia, Europa y América del Norte, y una encuesta cuantitativa en línea a más de 14,000 consumidores en 14 mercados. El objetivo de la investigación es servir como información para potenciar las acciones del Grupo IKEA en relación a la motivación interna y externa sobre temas climáticos.

El estudio identifica cuatro segmentos de consumidores según sus creencias, niveles de empoderamiento y los tipos de soluciones que buscan. Propone un Marco de Activación Climática para explicar cómo se puede involucrar a las personas en el cambio climático.

Entre las conclusiones se destaca que una gran mayoría de los entrevistados indicaron haber escuchado sobre el cambio climático en el último año. Sin embargo, sólo un 3% mencionó soluciones al cambio climático, la mayoría sólo conoce los resultados destructivos para las personas y el planeta.

El conocimiento impulsa la acción

El informe indica que el 90% de los encuestados afirmaron estar dispuestos a cambiar su comportamiento para reducir su impacto en el clima. Las mayores barreras identificadas en la investigación incluían no saber qué hacer, falta de confianza en que las acciones marcarán alguna diferencia y la percepción de que costará más o será una molestia.

Asumiendo estos desafíos, el proyecto Live Lagom de IKEA Reino Unido e Irlanda se propone explorar cómo ayudar a las personas a llevar una vida más saludable y sostenible brindando inspiración, ideas y consejos sobre las acciones que pueden tomar. El estudio analizó el impacto del proyecto sobre la percepción de beneficios de participantes. Se indica un alto nivel de beneficios relacionados con ahorros financieros y beneficios emocionales como marcar una diferencia positiva para la sociedad.

La investigación concluye que mientras más gente tenga información clara sobre el cambio climático, más probable es que haga cosas que reduzcan su impacto.

La necesidad de una comunidad de activistas climáticos

El informe indica que los encuestados se sienten solos al accionar para reducir sus impactos. “El mayor obstáculo para que tomemos acción climática en nuestras vidas es la percepción de que los gobiernos, las empresas y otros ciudadanos no están haciendo lo suficiente. Las personas se sienten abrumadas por la magnitud del problema y pueden sentirse aisladas en sus intentos de abordarlo. Hemos visto el poder motivador de la comunidad en el éxito del proyecto Live Lagom, donde facilitamos que los participantes compartan ideas y experiencias entre ellos. Compartir y celebrar el activismo climático que ya está ocurriendo en todos los niveles de la sociedad alimentará el movimiento y lo ayudará a crecer”, indicó Pia Heidenmark-Cook, Directora de Sustentabilidad del Grupo IKEA.

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