La confederación internacional Oxfam comenzará a trabajar en los próximos meses en Argentina. Su directora ejecutiva, Winnie Byanyima, así lo ha explicado hoy en un encuentro con periodistas en Argentina, en el que ha presentado los lineamientos y planes que va a desarrollar la organización en el país. “Estamos aquí para trabajar junto a la sociedad civil argentina para hacer frente a la injusticia de la pobreza y la desigualdad, así como para contribuir a poner fin a la discriminación a la que se enfrentan las mujeres y las niñas”, señaló.  

 

Argentina se une así, a los más de 90 países –de ellos, 13 en Latinoamérica- en los que Oxfam desarrolla su labor desde hace más de 60 años, con el objetivo de acabar con las desigualdades sociales y económicas, que perpetúan la injusticia de la pobreza. La organización, que apoya a más de 22 millones de personas, focaliza su labor en cuatro causas: salvar vidas en desastres naturales y conflictos armados, asegurar alimentos y trabajo digno, defender los derechos de las mujeres y reducir la desigualdad. 

 

 

“Tenemos que estar donde yace el poder. En seguridad alimentaria trabajamos junto a los pequeños agricultores, con los consumidores y tratamos de limitar a los grandes supermercados”, advirtió Byanyima.

 

Oxfam ve que la pobreza existe porque el poder está concentrado en pocas manos. El poder económico, el poder tecnológico y el poder político. Trabaja con el sector privado de varias maneras. 

 

"Por ejemplo con la cadena de valor del sector de los alimentos trabajamos con las diez empresas más grandes,  hacemos un ranking de acuerdo a siete criterios. Con Pepsico y Coca Cola trabajamos en la regularización de las tierras de sus proveedores. Esto se ve claro en nuestro trabajo con los grandes compradores de cacao como Nestlé, Mondelez y Mars, con quienes trabajamos en temas de derechos de la mujer entre los productores. El cacao solo se produce en ocho países donde las mujeres tienen una posición débil. Los desafiamos a cambiar sus prácticas de negocios en producción; en suministro; con consumidores y con su marketing, sobre todo en qué modelo de mujer representan en sus publicidades", comenta Byanyima.

 

"Trabajamos constructivamente pero desafiamos también a las empresas. Vamos a al Foro de Davos todos los años y presentamos allí un informe crítico sobre los desafíos de la desigualdad social. Estamos comenzando a ver que algunos líderes están hablando sobre cambiar la visión extrema del capitalismo", agrega Byanyima.

 

 

Semanas atrás, el presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro encendió las alarmas con una declaración que llamaba a combatir a la sociedad civil por considerar sus demandas una amenaza para el desarrollo del país. 

 

Byanyima comentó que desde su organización están profundamente preocupados y lo observan como una amenaza para la sociedad civil. Oxfam Brasil está trabajando junto a otras organizaciones y “estamos listos para volver a la lucha porque esto es una amenaza no solo para la sociedad civil, sino contra la mujer y contra muchas minorías”

 

“Vemos que Brasil va a ser un gran desafío y vamos a trabajar también junto al sector privado que no está de acuerdo con esta políticas egoístas. No tenemos miedo de volver a luchar por los derechos ciudadanos, contra la desigualdad. Es problemático”, advirtió Byanyima.

 

 

Según adelantó Lazaro Maisler, quien se desempeñará como Director Ejecutivo de la Oxfam Argentina,  la organización desarrollará proyectos locales en alianza con organizaciones del país con el fin de contribuir con las poblaciones más vulnerables para contribuir a cambiar vidas y que a su vez generen cambios en su entorno. También contribuirá a elaborar informes de investigación principalmente en derechos de las mujeres y desigualdad. Asimismo, trabajará en alianza con colectivos y organismos internacionales, como ya hace con el movimiento #Niunamenos, CEPAL, Amnistía Internacional y ONU mujeres, tanto en Argentina como en el ámbito latinoamericano. “Queremos hacer una humilde contribución a algunos de los desafíos que enfrenta Argentina para luchar contra la pobreza y la desigualdad, así como defender los derechos de las mujeres. 

 

Deseamos hacerlo apoyando a las organizaciones locales, aquellas que están con las personas vulnerables", explicó Byanyima, que ha recibido en el país austral recientemente el “Premio de los Derechos Humanos y la Solidaridad entre los Pueblos” concedido por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales –CLACSO-.

 

 

Además, en el marco de la semana del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, Oxfam ha querido destacar la labor que realiza en la defensa de los derechos de las niñas y las mujeres. Para ello, Tania Escamilla, Gerente de Comunicaciones de Oxfam Latinoamérica, presentó en Buenos Aires el informe “Rompiendo moldes: transformar imaginarios y normas sociales para eliminar la violencia contra las mujeres”. Un documento, editado por la periodista argentina Luciana Peker, en el que analiza los comportamientos y creencias de los y las jóvenes de 15 a 25 años en América Latina y el Caribe sobre la violencia machista y aborda posibles vías para transformar imaginarios y normas sociales en este campo. 

 

 

Del informe, que se confeccionó a partir de resultados de 4.731 encuestas, 47 focus group y 49 entrevistas en profundidad entre jóvenes de 15 a 25 años de Bolivia, Colombia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana, se desprenden datos como, entre otros: 

 

- Seis de cada diez hombres de entre 15 y 19 años piensan que celar es una demostración de amor.

- Siete de cada diez piensan que la responsabilidad de ser manoseadas o acorraladas es de las mujeres por la ropa que usan.

- El 65% de las mujeres y el 59% de los varones piensan que controlar las redes sociales no es violencia.  

 

Por otra parte, “Rompiendo moldes” destaca como transformadoras las contribuciones que se están llevado a cabo desde las organizaciones feministas y los colectivos de jóvenes, el periodismo y el activismo digital para generar nuevas iniciativas, crear redes, incidir políticamente y abrir nuevos caminos hacia la igualdad de género y un mundo libre de violencia machista.