Reducción en el consumo de azúcar: un compromiso de la industria de bebidas en América Latina y el Caribe

Santiago López
Director Ejecutivo para América Latina y el Caribe del Consejo Internacional de Asociaciones de Bebidas
Cada vez más las bebidas son una menor fuente de azúcar y de calorías en nuestra dieta
02.11.2022 | Opinion

Reducir el consumo de azúcar y de calorías es una meta común que compartimos las personas, las autoridades de salud, los gobiernos y la industria de bebidas, que ubica este objetivo en el centro de su operación, al punto de transformar el panorama en relación con el consumo y la oferta. Los esfuerzos para ofrecer bebidas sin calorías y/o sin azúcar tuvieron origen durante la década de 1960, desde entonces, hemos transitado un camino que transcurre entre la inclusión de nuevos sabores, la aceptación por parte del consumidor y las barreras tecnológicas, que pueden afectar las ambiciones de reformulación.

Durante los últimos años y en pos de lo anteriormente mencionado, las empresas de bebidas han implementado numerosas medidas que van desde modificar las recetas para reducir los porcentajes de azúcar, hasta desarrollar nuevas opciones bajas en calorías o sin ellas, con diferentes niveles de dulzor. Esto se ha complementado con el aumento en la disponibilidad y la variedad de tamaños de los envases, para facilitar la elección de las bebidas que más se amolden a nuestros estilos de vida, gustos y necesidades, así como también con información clara de composición nutricional y con pautas de mercadeo responsable.

Los resultados de estas acciones que pretenden apoyar los esfuerzos comunes son concluyentes: en América Latina y el Caribe, entre el año 2000 y el 2020, el consumo de azúcar proveniente de las bebidas no alcohólicas se redujo un 18,6%, mientras que el de calorías un 15,4%. Además, la participación de mercado de bebidas bajas en azúcar y/o calorías pasó de un 7,7% en el año 2000 a un 23,8% en 2020; y se espera que para el cierre del 2022 su participación de mercado alcance el 24,8%, tal como lo reporta la consultora inglesa de inteligencia y análisis de datos Global Cata, incluyendo cifras públicas, estatales y de venta de los países de nuestra región.

Este proceso gradual nos permite afirmar que el panorama que se ve en las mesas, en las heladeras y góndolas de las tiendas de barrio, y en los pasillos de los supermercados en América Latina ha cambiado y que cada vez más las bebidas son una menor fuente de azúcar y de calorías en nuestra dieta.

De todas maneras, aún tenemos un largo camino por recorrer si queremos abordar de manera efectiva los retos que, como región, padecemos en materia de malnutrición, hambre, ausencia de agua potable y deficiencias nutricionales, por mencionar solo algunos. Desde el sector de bebidas, ratificamos nuestro compromiso de ser parte de la solución con acciones reales y de aportar en positivo.

Se puede.

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