"Comenzamos a construir el edificio Altman Eco Office con la convicción y la conciencia en un edificio que ahorre energía"
En el año 2013 el poder ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires promulgó una ley propuesta por el PRO que establecía que los consorcios que implementen una terraza verde en su edificio podrían solicitar un descuento de hasta el 20% en el ABL que pagan por los espacios comunes, y también se les facilitaría hasta el 20% de descuento en los Derechos de Delineación y Construcción. Tres años después nos encontramos con que el texto de la ley aún no ha sido reglamentado.
A principios de 2011, comenzamos a construir el edificio Altman Eco Office con la convicción y la conciencia en un edificio que ahorre energía, que no dañe el medioambiente y sea saludable para quienes lo habitan a diario. Entre sus ventajas, destacamos las terrazas verdes con vegetación autóctona que no precisa riego, un sistema de abastecimiento de agua basado en la reutilización de las aguas grises del edificio, recogiendo también el agua de lluvia y que permite ahorrar el 50% del consumo de este recurso. Además nos empeñamos en que la pureza del aire interior fuera excelente, por lo cual implementamos el sistema VRV Heat Recovery con filtros especiales.
Entre otras tecnologías de eficiencia energética, consideramos la utilización de paneles solares, la aplicación de tecnologías de iluminación LED que permiten el ahorro de hasta un 28% del consumo energía eléctrica y cuya contaminación es nula ya que no emiten gases CO2; la utilización de vidrios especiales con cámara de aire y con filtro UV que permiten mayor conservación de la energía calórica en los ambientes y potencian el aprovechamiento de la luz natural en todos los espacios; como también el reciclado de desechos desde el inicio de la obra y en la operación del edificio.
Este edificio recibió la certificación L.E.E.D. Platinum y el reconocimiento internacional, siendo el primero en construirse bajo la versión 2009 en Latinoamérica y el quinto a nivel mundial-en el año en que se inició su construcción-. Durante el proceso de certificación, esta obra alcanzó una totalidad de 87 puntos, mientras que el organismo exigía un mínimo de 80, convirtiéndose en el único edificio de oficinas en Argentina certificado en esta categoría.
Sin embargo, consideramos que este desarrollo y el exhaustivo cuidado de los recursos energéticos no han sido reconocidos por los organismos gubernamentales argentinos. Por el contrario, nos encontramos con la exigencia de presentar planos convencionales para nuestro edificio que no toman en cuenta las nuevas tecnologías implementadas en el ahorro del uso del agua. Por lo cual, tampoco existen formas de medición certera del consumo de agua en edificios de esta tipología, ya que no están contemplados en las normativas arquitectónicas de la Ciudad de Buenos Aires.
En el contexto actual se está exigiendo el cuidado de los recursos energéticos, y los edificios son los responsables del consumo entre el 30 y el 40 % de la energía que se produce en el planeta, gastando esta energía en calefacción, refrigeración, iluminación y en diversos aparatos eléctricos. Por consiguiente, son también importantes generadores de emisiones de CO2. Consideramos menester dar a conocer el caso de nuestro edificio, no sólo porque creemos que legalmente se pueden lograr mejorías en esta situación sino porque, además, creemos que esta será la única forma de incentivar a otros colegas a embarcarse en una construcción que priorice el ahorro energético.
Es decir, como comunidad responsable de nuestros consumos, consideramos que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, debe hacer efectiva la ley de Terrazas Verdes a fin de reconocer el compromiso de los argentinos por medio de subsidios y préstamos que garanticen este tipo de proyectos, mejorando así las ciudades y la calidad de vida de todos los que las habitamos.
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