Desafíos y oportunidades en la industria de la moda en Argentina: sostenibilidad, transparencia, inclusión y comunicación
La industria de la moda en Argentina se enfrenta a varios desafíos en la actualidad. Como producto de la crisis global ambiental, uno de los más importantes es la necesidad de ser más sostenible y transparente en su producción y operaciones. En este contexto surgen la moda circular y la economía circular, dos conceptos clave que se están discutiendo en la industria como una forma de abordar estos desafíos.
Sin embargo, hay varias problemáticas que impiden que se logren avances significativos en esta área. Según el informe desarrollado durante la jornada de MOLA Fashion Talks Argentina 2023 celebrada en la Universidad de Belgrano —en el marco de la carrera de Diseño de Indumentaria— junto al movimiento internacional de moda sostenible latinoamericana y Back in Fashion, el hiperconsumismo es uno de los principales problemas que vivimos como sociedad debido a una necesidad constante de seguir tendencias que se renuevan en un periodo muy corto de tiempo.
Esta problemática no da lugar a que las personas se cuestionen acerca de lo que están comprando, y muchas veces no saben el detrás de escena de los procesos de producción de las prendas. La obsolescencia autopercibida también juega un papel importante en la forma en la que uno se comporta y se relaciona con el entorno, impulsando el hiperconsumismo.
Siguiendo esta línea, otro desafío que se le suma a las marcas es el de generar estrategias de comunicación que inviten a las personas a interesarse por los procesos de elaboración de los productos que adquieren. Desde su comunicación el desafío está en llamar la atención del cliente para que pueda recibir información relevante para que conozca la composición del producto y cómo está hecho, a partir de un texto breve, una frase call to action y en sólo tres segundos.
Muchos son los casos en los que las marcas no son 100% negocios sustentables y aun así la transparencia sigue siendo fundamental para vender productos hechos a conciencia, cuidando a sus consumidores que continúan eligiéndolas por sobre las marcas de menos renombre.
El boom de la industria del fast fashion y las no brand deja al descubierto la importancia de que las marcas comprometidas se unan para llevar a cabo la integración y transparencia de información sobre la elaboración de las prendas y cómo se desechan cuando aún funcionan, lo que lleva a un consumo irresponsable, impulsivo y al desperdicio innecesario.
Teniendo en cuenta las iniciativas que surgen como alternativas al sobreconsumo, a pesar de que la reventa de productos es una estrategia valiosa en la moda circular, no es suficiente para detener la producción de prendas por parte de la moda rápida. En otras palabras, aunque se reutilicen prendas, no se debe ignorar el hecho de que aún se están fabricando más prendas, lo que contribuye a la sobreproducción en la industria.
Además de la comunicación de los procesos internos que buscan ser más amigables con el medio ambiente, en la actualidad las marcas se encuentran con el desafío de incluir en su comunicación de responsabilidad social, la inclusividad y la ley de talles, elementos fundamentales que deben ser abordados para liderar la inclusión en la industria. El abordaje de la falta de cupos laborales para minorías y disidencias es una problemática pendiente en la que se debe mejorar.
La situación actual llevó a las marcas a tornar la mirada hacia adentro más allá del panorama internacional. Resulta fundamental la capacidad de mirar a sus clientes, comunicar desde sus necesidades, atendiendo los recursos de los que se dispone y potenciar el uso de las nuevas tecnologías.
Estamos parados en un momento en el que cambiar y mejorar son las únicas opciones. Las marcas más allá de llevar la bandera de la sostenibilidad e inclusión deben serlo, y poder comunicarlo es una parte clave del proceso.
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