El papel clave del sector eléctrico en el Plan de Acción Climática de México

Dr. Mario Molina
Premio Nobel de Química
Lograr que en 2030 se alcance el 43% de renovables traerá beneficios adicionales en salud pública, creación de empleos y la seguridad energética
21.07.2020 | Opinion

Transformar la economía mexicana en una de bajo carbono es algo que México tendrá que hacer tarde o temprano. Mientras más pronto lo hagamos será más barato y conllevará a más beneficios para la sociedad y los ecosistemas.

El papel del sector eléctrico dentro del Plan de Acción Climática es clave. México ha sido históricamente un país productor de petróleo, cuya economía se ha basado enormemente en este recurso, por lo cual la transición hacia energías limpias como la eólica, solar o nuclear, debe acelerarse y complementarse con las realidades económicas del país.

En noviembre 2019 la Oficina de la Presidencia de la República emitió un documento titulado “Haciendo Cuentas. Cuantificando los co-beneficios de la acción climática para el desarrollo sostenible en México” [i]; un estudio que cuantifica y ofrece evidencia concreta de los co-beneficios que se pueden obtener al implementar la agenda climática en coordinación con la agenda de desarrollo sostenible en México. Se centra en cinco ejes: generación de electricidad con fuentes limpias, protección de bosques, tratamiento de aguas residuales, impulso a vehículos eléctricos y el desarrollo de la industria con mayor eficiencia energética.

En el caso de la generación de electricidad, el estudio muestra que lograr que en 2030 se alcance el 43% de participación de fuentes distintas a los combustibles fósiles, como se comprometió ante el  Acuerdo de París, no sólo disminuye la emisión de gases de efecto invernadero sino que conlleva a beneficios adicionales en cuanto a la salud pública, la creación de empleos y la seguridad energética del país.

Concretamente, cumplir con los compromisos de México en cuanto a energías limpias implica en el año 2030:

- Evitar la emisión de 370 millones de toneladas de CO2eq (15%de la reducción total requerida)
- No incurrir en costos sociales por 2,700 millones de dólares asociados al evitar del orden de 1600 muertes prematuras
- Incrementar el empleo en el sector eléctrico un 38%
- Mejorar la seguridad energética en un 17% por la reducción en el consumo total de combustibles.

Estos co-beneficios serán aún mayores si se superan las metas comprometidas. Para aprovecharlos plenamente será necesario implementar algunas acciones complementarias como ampliar y modernizar las redes de transmisión para evitar cuellos de botella y desarrollar sistemas de almacenamiento de energía para manejar la intermitencia de algunas fuentes sustentables.

Cumplir con los compromisos de México ante el Acuerdo de París, lejos de representar un costo para la sociedad, conlleva múltiples y cuantiosos beneficios que incluso pueden ser mayores si se superan las metas comprometidas.

El reciente debate energético denota los enormes retos que tenemos como sociedad en este sector, por lo que urge conciliar los diversos intereses y realidades entre la industria privada y el gobierno a favor de un bienestar social y ambiental colectivo. La transición hacia energías limpias es imperativa.

-Dr. Mario Molina, premio Nóbel de Química 

[i] Documento original en inglés: Crunching Numbers: Quantifying the sustainable development co-benefits of Mexico´s climate commitments.

 

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