Con motivo de la celebración del décimo aniversario de la Fundación Los Grobo, su presidente Gustavo Grobocopatel expresó su posición con respecto al rol que deberían tener el sector privado y los empresarios ante los desafíos que se avecinan en el país. Reproducimos a continuación los aspectos más destacados de su discurso.

Considero que muchas de las ideas que han surgido desde la Fundación Los Grobo deberían ser aplicadas por el sector público. Desde hace muchos años tenemos la idea que se pueden hacer políticas públicas desde el sector privado, es decir, el sector privado debería empezar a trabajar no sólo para reparar las consecuencias de los problemas sino también trabajar sobre las causas de los problemas.

Los empresarios debemos revisar cómo hacemos las cosas y crear empresas de este tiempo

Nosotros a través de los años hemos trabajado desde la filantropía y la Responsabilidad Social sobre las consecuencias. Hemos trabajado para reparar, para socorrer a una comunidad o para generar una especie de bien público allí donde el Estado estaba fallando. Pero me parece que vienen tiempos diferentes porque la dinámica del mundo es diferente y donde los empresarios tenemos mucho para aportar. Y eso mucho para aportar está muy vinculado con cómo construir un Estado que entienda la modernidad y la globalización que pueda impulsar y generar bienes públicos de calidad, que pueda generar mecanismos de inclusión. No es sólo un problema del Estado: los empresarios también debemos revisar cómo hacemos las cosas y crear empresas de este tiempo, más transparentes, más porosas, más vinculadas con lo social, más integradas a los sectores. Donde las empresas no sólo sirvan para generar riquezas, trabajo, pagar impuestos y cumplir con las leyes sino para que sean verdaderos agentes de desarrollo. Es decir, la inversión social no es sólo para generar cambios sociales, sino para que las empresas junto con las organizaciones de la sociedad civil y los organismos públicos trabajen juntos como agentes de desarrollo.

Es importante también comenzar a pensar en los trabajadores de este tiempo. En cómo encontrar a esos nuevos trabajadores, con nuevos conocimientos, integrados, dispuestos a cambiar, que quieren ser dueños. Es parte de esta agenda que comenzamos a construir de abajo hacia arriba, a través de proyectos de movilización como es el proyecto “Potenciar”.

Un punto importante y clave para este momento de cambios tan grande es empezar a discutir sobre el propósito, sobre el para qué, sobre cuál es el sentido de nuestro trabajo, de nuestra participación. Y ese sentido creo que es trabajar para generar bienestar con dignidad. Esto se refiere a crear capacidades en las personas para que sean personas más libres, más emprendedoras, más empleables. El sentido de nuestro trabajo desde la empresa privada en este nuevo colectivo privado-sociedad civil debería ser generar acciones o proyectos u organizaciones que persigan este propósito.

Estamos construyendo un nuevo nosotros. Y no lo hacemos porque somos buenos, lo hacemos porque en la sociedad está nuestro futuro

En nuestro caso, “Potenciar” es fruto de una evolución en lo conceptual, y también fruto del aprendizaje en el hacer. Yo pienso que Los Grobo es más un laboratorio que una empresa. “Potenciar” es lo mismo, no es sólo un proyecto, es un laboratorio, es una forma de aprender del hacer, de estar dispuestos a innovar. Nosotros pensamos que la Fundación es una forma de transferir a la sociedad la cultura, los valores que tenemos en la empresa. Y es una empresa que cada vez más hace con otros, estamos construyendo un nuevo nosotros. Y esto trasciende los límites de la empresa y va hacia ese ecosistema de proveedores, pero también va a la sociedad. Y no lo hacemos porque somos buenos, lo hacemos porque en la sociedad está nuestro futuro.

El mundo que viene es un mundo donde la empresa debe seducir a la sociedad. El futuro de las empresas está acotado, más en estos tiempos de confusión, de turbulencia y de miedo. Pensamos que “Potenciar” es nuestro granito de arena y allá vamos.