Importantes organizaciones empresariales internacionales enviaron en noviembre último una dura carta a la Secretaría Genera de ISO en la que manifiestan una “honda preocupación” por el proyecto de norma y consideran “muy poco probable que se generalice su aplicación en el sector privado”. Los empresarios consideran que el texto resulta “demasiado complejo y de difícil lectura” y que “no se aplica a todo tipo de organizaciones y está claramente centrado en grandes empresas”. En su visión, si se mantiene este borrador el documento “gozará de poca aceptación, lo cual supondría una importante decepción, habida cuenta del tiempo y los recursos dedicados”. La carta de las patronales agrega que “la dificultad para entender y aplicar la guía disuadirá a las organizaciones de tan siquiera abordar la cuestión de la RSE”. El texto advierte también sobre “otro problema grave, que es el de la generalización del uso indebido de la ISO 26000 con fines de certificación”. Además, consideran que “dado que el beneficio principal de la ISO 26000 es de carácter social y no comercial, la versión final debería distribuirse gratuitamente en formato electrónico y con un precio muy reducido en formato impreso”. La carta está firmada, entre otros, por la Cámara de Comercio Internacional, la Organización Internacional de Empleadores, el Consejo de Empresas de la OCDE y la Asociación Europea de PYME.