Los europeos miran la huella de carbono de la carne argentina
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) publicó un infome titulado “La larga sombra de la ganadería” (Livestock’s Long Shadow), que asegura que la actividad ganadera es la causante del 18% del total de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y por lo tanto causa más daño que el transporte automotor. El 37% de todo el metano del globo y el 9% de dióxido de carbono lo emite la producción animal. A partir de entonces, los consumidores europeos parecen haber reaccionado y demandan que los productos en góndola cuenten con una “huella de carbono”, especie de etiqueta donde se consigna el gasto de energía y la emisión de gases de efecto invernadero que demandó producir el artículo en cuestión.