El 90% de los accionistas cree que tienen incidencia en el comportamiento de la empresa
El estudio ‘Believers in the Boardroom’ realizado por el Instituto de Innovación Social de ESADE, en colaboración con la Vlerick Management School y The International Interfaith Investment Group (3iG), analiza en profundidad las actividades en que participan los accionistas de tres organizaciones religiosas en el marco de la llamada “primavera de los accionistas’. La investigación analiza seis casos de compromiso de éxito o no para identificar las motivaciones y las creencias de estas organizaciones, sus objetivos y sus expectativas, los factores claves de éxito y los retos que afrontan, al tiempo que ofrece una visión sobre cómo las creencias de fe pueden traducirse en el mundo de la empresa y en una política de inversiones
La ‘primavera de los accionistas’, denominación tomada de la “primavera árabe” de 2010, se refiere a los accionistas que están haciendo oír su voz y hablando claro ante los paquetes salariales aparentemente excesivos y posiblemente inmerecidos de los altos ejecutivos, escribió Jennifer Goodman, investigadora del Instituto de Innovación Social en el blog del Instituto.
La Investigadora hace referencia a los resultados de su actual estudio ‘Believers in the Boardroom’, que señala que el 90% de los inversores religiosos creen que tienen incidencia en el comportamiento de la empresa siendo propietarios activos de sus acciones, mientras que el 50% afirman que en la actualidad se hallan comprometidos.
El estudio fue realizado por el Instituto de Innovación Social de ESADE, en colaboración con la Vlerick Management School y The International Interfaith Investment Group (3iG).
Entre las organizaciones que amparan a estos accionistas menciona al Interfaith Center on Corporate Responsibility (ICCR), radicado en los Estados Unidos, que representa más de 100.000 millones de dólares en acciones, y el Church Investors Group (CIG) en el Reino Unido, que representa 12.000 millones de libras. Estas organizaciones trabajan con las empresas en las que invierten para mejorar sus prácticas corporativas en cuestiones tales como la degradación del medio ambiente, los estándares de trabajo y otras formas de injusticia social.
En la nueva investigación se analiza en profundidad las actividades en que participan los accionistas de tres organizaciones religiosas. Dichas actividades incluyen la redacción de cartas, la presentación y votación de resoluciones para los accionistas, el diálogo entre bambalinas y la protesta pública.
Analizando seis casos de compromiso de éxito o no, la investigación identifica las motivaciones y las creencias de estas organizaciones, sus objetivos y sus expectativas, los factores claves de éxito y los retos que afrontan, al tiempo que ofrece una visión sobre cómo las creencias de fe pueden traducirse en el mundo de la empresa y en una política de inversiones. El informe destaca que, a pesar de la dimensión, existen una serie de aproximaciones al compromiso que permiten que incluso las pequeñas organizaciones puedan hacer sentir su voz en cuestiones de gobernanza social y medioambiental (ESG).
La ‘primavera de los accionistas’ de 2012 y el número creciente de resoluciones presentadas sobre temas sociales y medioambientales son un indicador de que los accionistas están haciendo sentir su voz en estas cuestiones, repitió Goodman.
Para el Instituto, ello plantea importantes preguntas sobre el supuesto mero interés personal que la teoría económica tradicional adscribe a los inversores. “Las estrategias de quienes abogan por un cambio están evolucionando y ahora incluyen coaliciones de accionistas y stakeholders que cada vez se desenvuelven mejor en el idioma de los negocios. El hecho de compartir conocimientos y colaborar probablemente facilitará el crecimiento y el desarrollo constante del compromiso social de los accionistas. Para las empresas, un mayor reconocimiento del poder y de la influencia de los accionistas en cuestiones de gobernanza social y medioambiental resulta esencial, así como el desarrollo de herramientas, procesos y foros de diálogo con los accionistas para tratar de estos temas.”, finalizó la investigadora.
Repaso por la historia del Activismo accionarial
Los primeros ejemplos pueden hallarse en los años cuarenta, cuando algunos accionistas cuestionan las prácticas de las empresas que les pertenecen en temas de derechos civiles, apartheid y fabricación de armas químicas.
Desde los cambios producidos en la regulación de la SEC en Estados Unidos en los años setenta, las cuestiones sociales pasan a ser un tema ‘adecuado’ de discusión en las reuniones anuales. Según el Eurosif, en 2010 la participación de los accionistas representó 1,5 billones de euros en Europa, mientras que el USSIF la cifró en 1,5 billones de dólares en estados Unidos.
Desde hace casi un siglo, las organizaciones religiosas han venido integrando sus creencias con las prácticas de inversión, como por ejemplo el rechazo de los cuáqueros a invertir en armas y en esclavos en los Estados Unidos y la constitución del Pax World Fund en 1971 por parte de los metodistas, que inicialmente excluía las armas, el alcohol y el juego. En la actualidad, las organizaciones religiosas siguen jugando un papel importante en el compromiso social de los accionistas y cada vez están más organizadas y habituadas a manifestar sus preocupaciones sobre las cuestiones éticas y morales en las empresas en las que invierten.
Más información: http://innovacionsocial.esadeblogs.com/2012/07/17/276/