El problema de la basura electrónica supone riesgos laborales además de ambientales
La OIT presentó un informe que explora los volúmenes, fuentes y flujos de residuos electrónicos y su relación con los riesgos que supone para los trabajadores recicladores. Sus conclusiones destacan que el 80% del los países desarrollados mandan a reciclar estos desechos a países en desarrollo que no cuentan con sistemas formales de reciclaje poniendo en riesgo a sus trabajadores.
El nuevo informe de la OIT, “The global impact of e-waste: Addressing the challenge” (El impacto global de los desechos electrónicos: Abordando el reto), encara un problema que cobra cada vez más importancia, el destino de los residuos eléctricos y electrónicos, e-waste como se los conoce en inglés.
Los residuos electrónicos son difíciles de tratar y su incorrecto procesamiento puede resultar peligrosamente contaminante. A pesar de esto no existen sistemas de procesamiento formalizados por lo que estos residuos terminan parando en vertederos comunes creando un foco de contaminación. El informe revela que el 80% de los desechos electrónicos en los países desarrollados que se recicla termina siendo enviado (a menudo ilegalmente) a los países en desarrollo como China, India, Ghana y Nigeria para su reciclaje.
En estos países se detectaron procedimientos informales de reciclado que utilizan técnicas rudimentarias y exponen a riesgos a los trabajadores recicladores. “No solo están soportando una carga desproporcionada de residuos electrónicos sino que además no se cuenta con la tecnología correcta para su tratamiento”, revela el informe.
Además de los sistemas informales de tratamiento se detecta una falta de legislación al respecto.
Para la OIT la solución al problema de los desechos electrónicos no viene simplemente de prohibir los movimientos transfronterizos de desechos. Es fundamental aceptar que los sistemas informales de tratamiento y el comercio ilegal de desechos proporcionan un estímulo económico importante que hace difícil su solución.
La aplicación de alta tecnología en el proceso de reciclado tampoco soluciona el problema y puede no ser apropiada para cada país o región. La OIT destaca la importancia de considerar los contextos locales y regionales y las implicaciones sociales del tema al momento de buscar soluciones.
El informe propone considerar los siguientes temas en la búsqueda de soluciones al problema de los desechos electrónicos: (1) la protección del trabajador a través de una legislación adecuada, (2) la formalización de los sistemas informales de tratamiento y reciclaje, y (3) las oportunidades que brinda la organización cooperativa de los trabajadores recicladores.
“Una regulación efectiva debe ser combinada con incentivos para los recicladores del sector informal para que no participen en los procesos destructivos. Métodos de procesamiento de desechos seguros, sencillos y baratos para el sistema informal son necesarios. Para ello son clave los incentivos financieros con el objetivo de conectar a los recicladores con los sitios centrales de recolección para evitar que procesen ellos mismos los desechos. Las soluciones multidisciplinarias son claves además de las soluciones técnicas, para lograr abordar las desigualdades sociales subyacentes al negocio de la basura electrónica.”
Un posible punto de entrada propuesto por el informe implica considerar los riesgos laborales y desarrollar mejores condiciones de trabajo para este sector.
Se destaca la necesidad de trabajar con los fabricantes de productos eléctricos y electrónicos mediante la introducción de la ley de responsabilidad extendida del productor (REP).
Asimismo, el informe destaca las oportunidades de hacer frente a este problema como la creación de empleos verdes y el desarrollo de un sector con grandes potenciales por la importancia de los elementos, como oro y plata, obtenidos de estos residuos.