Sue Wolter Vianna, Gerenta de Responsabilidad Social de Petrobras detalló la “esfera de influencia” sobre la cadena de valor de la empresa en materia de trabajo decente a través de asumir las “debidas diligencias” en lo que respecta a control y capacitación.

“Sabemos que tenemos riesgos de trabajo esclavo en el tramo agrícola de nuestra cadena de valor de nuestras inversiones en biocombustilbles y no podemos ser cómplices”, asumió Wolter Vianna. 

Vinculando la nueva economía con trabajo decente el representante sindical Messias Melo afirmó que “los empleos verdes no son necesariamente decentes. Las empresas de tecnología que operan en China lo muestran. “Si la democracia no entra también en los locales de trabajo, entonces no es real”, dijo el secretario de Relaciones de Trabajo de la Central Única de los Trabajadores (CUT) de Brasil.

Melo destacó el caso de la industria del etanol, que ante una crisis desatada por la detección de trabajo esclavo en la zafra de la caña de azúcar, puso en marcha una iniciativa tripartita junto con Gobierno y Sindicato y se sometió voluntariamente a auditorias y controles que lograron revertir la situación.

El economista Marcio Pochmann, director de Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (IPEA, en portugués) analizó el contexto económico dentro del cual debe pensarse el trabajo decente en una nueva economía.
Pochmann advirtió que la actual regulación laboral “está pensada para la industria, necesitamos una nueva para el sector servicios”. 

Juzgó como “irracional” que en medio de la actual crisis económica financiera que atraviesa el mundo aún se permita la existencia de más sesenta paraísos fiscales en el mundo. “Fracasó la gobernanza mundial”, atizó.

“En esta fase del capitalismo ya no hay países con empresas, sino empresas con países”, agregó Pochmann, para luego señalar la necesidad de un nuevo sistema tributario ambiental que oriente la transición a la nueva economía.

(La realización de la cobertura de este evento contó con el apoyo de Natura Cosméticos y LAN)