Inversiones éticas

03.04.2011 | Articulos de opinion

Por José Ramón Aramendi. Cuando disponemos de unos ahorros nos dirigimos a nuestro banco y le pedimos que nos los invierta. El banco siguiendo criterios de rentabilidad, seguridad y liquidez nos recomendará que adquiramos determinados valores cotizados en las diversas bolsas. Pero cada persona tiene una forma de entender la vida en todos sus aspectos. Esa manera de entender la vida, ésa forma de pensar, puede entrar en contradicción con nuestras inversiones.


Todos los ángulos de tu inversión

El autor italiano Piergiorgio Sandri, en su obra "Dinero Etico", define las inversiones éticas como las que "operan con criterios no exclusivamente económicos".

Tiene en cuenta además de los criterios económicos propios de toda inversión, otras consideraciones que pueden hacer referencia a criterios políticos religiosos o éticos en general.

Por ejemplo, si somos no fumadores y pensamos que fumar es muy perjudicial para la salud y no queremos ser fumadores pasivos, no resultaría lógico ni congruente el que en nuestra cartera de valores poseamos acciones de las más importantes empresas tabaqueras.

Debemos recordar que las acciones representan una parte de la propiedad de una empresa. Si somos propietarios de acciones de Ford o de IBM, por ejemplo, somos propietarios de ésas empresas, aunque sea en una parte infinitesimal.

Rentabilidad y principios morales

Esta situación contradictoria se puede producir en multitud de ocasiones. Así, por ejemplo, si somos unos ecologistas militantes contrarios a las centrales nucleares o a los productos transgénicos no resultará congruente que adquiramos acciones de empresas eléctricas propietarias de estas centrales o acciones de las empresas que instalan la tecnología nuclear o las empresas químicas que alteran semillas genéticamente.

Si somos pacifistas militantes contrarios a la guerra, no será congruente que adquiramos las acciones de las empresas productoras de material militar. Por consiguiente, cuando acudamos a nuestro gestor de inversiones deberemos advertirle de todas estas circunstancias.

Esta forma de pensar que puede parecer anecdótica y marginal no lo es en absoluto.

De acuerdo con un estudio de la consultora CSR el incremento de este tipo de inversiones se está acelerando.

La situación por países, sin embargo, es muy desigual. Según el estudio de CSR los fondos éticos representan el 13 por ciento del total del capital invertido en fondos de inversión. Situación desconocida en otros países como Francia donde este porcentaje supondría algo más de un raquítico 0.1 por ciento.

Hay empreas con criterios éticos


La bolsa de Nueva York dispone incluso de índices específicos en los que se incluyen las empresas que actúan con mejores criterios éticos, el más conocido es el Domini Social Index (DSI).

Según un estudio de Cepes, "la rentabilidad media del DSI al cabo de diez años ha sido de un 15.57 por ciento, superando a la del Estándar & Poor 500, que obtuvo un 14.44 por ciento".

Tenemos que rechazar la idea de que invertir éticamente supone perder dinero. Sandri destaca como ejemplo curioso de "índice ético", el índice islámico de las empresas del Dow Jones, que agrupa a todas las compañías cuyas actividades sean compatibles y respeten los principios del Corán.

Este proceso de sensibilización no es nuevo. Comenzó en Estados Unidos a finales de los años 20 con la creación de los Pioneer Funds, que permanecen en la actualidad. Estos fondos fueron creados bajo una preocupación eminentemente religiosa.

En 1971, se crearon los Pax Wold Fund, que han alcanzado un gran prestigio. Los principios que los inspiran son dos: hacer posible que las personas inviertan manteniendo sus valores, sin contradecirlos e incentivar a las empresas a que mantengan unos estándares éticos.

La ética de las empresas

Queda por último plantearnos una gran pregunta, ¿qué empresas actúan éticamente?.

Para responder a esta pregunta se han creado tanto en Estados Unidos como en Europa diversos organismos privados que tienen como fin analizar la conducta ética de las empresas, llevan a cabo una "investigación ética". Entre las más conocidas podemos citar a Eiris y KLD.

Esta investigación esta enmarcada por criterios o filtros de selección "screening" positivos y negativos.

La fuerza laboral de las compañías

Entre los primeros podemos destacar la situación laboral de sus plantas en los países en vías de desarrollo. Se analiza, por ejemplo, si trabajan menores de edad y los horarios de trabajo.

Una empresa que mantuviera una mano de obra "esclavizada" sería inmediatamente excluida de toda recomendación de inversión.

Sin embargo, en el caso contrario, cuando se fomenta una situación laboral justa, merecerá el apoyo de los "investigadores éticos", según explica S. Lydenberg, presidente de KLD.

Las empresas dedicadas a actividades como la venta de armas, la venta de alcohol, las especializadas en tecnología nuclear, suelen generalmente recibir una recomendación negativa.

Ciertamente podemos pensar que nadie se fija en estas recomendaciones. No es así. Importantes grupos financieros analizan estas recomendaciones de forma muy estricta y su negativa a invertir en empresas no éticas resta apoyos a las cotizaciones de grandes valores bursátiles.

Además, los grandes bancos e instituciones financieras ofrecen al pequeño inversor la posibilidad de invertir cantidades mínimas en fondos de inversión éticos y solidarios. Son más de trescientos los fondos de estas características que se ofertan en Estados Unidos.

El despertar de una nueva sensibilidad social, es una de las características, como mantiene Lipovetsky, de la sociedad postmoderna. Esta sensibilidad rechaza más que nunca situaciones empresariales injustas o actividades no morales, en cualquier parte del planeta.

Así podemos recordar la campaña realizada contra General Motors en los años setenta por su implicación en la política de apartheid en Sudáfrica, como explica S. Sanmartín.

Como afirma Ramón Pueyo, director de la Fundación Ecología y Desarrollo, "No hay nadie perfecto". Siempre cabrá la duda y las sensibilidades éticas son asimismo muy variadas. Nunca será fácil otorgar el calificativo de ético a una empresa.

Ciertamente, no será fácil cambiar el mundo y sus injusticias con estos criterios de inversión éticos, pero siempre nos puede hacer reflexionar y pensar que ninguna acción que realiza el hombre se puede desligar de la ética.

(EFE)