El objetivo de este día de movilización y concientización fue sensibilizar a la ciudadanía y promover ante los responsables políticos y empresariales del mundo el trabajo decente y la erradicación de la pobreza. También pretendió colocar al trabajo decente en el centro de las políticas de cooperación internacional al desarrollo.
"Cualquier persona debería poder llevar una vida digna y tener cubiertas sus necesidades básicas. Sin embargo, el 80% de los trabajadores/as del mundo, es decir, la mitad de la humanidad, carecen de protección social, y esta situación se ceba principalmente en las mujeres. Por tanto, es imprescindible reforzar y ampliar la cobertura de la protección social, las pensiones, las prestaciones de desempleo, la protección de la maternidad y servicios sanitarios, para todos incluyendo en estos beneficios a los trabajadores/as de la denominada economía informal", manifestó la CSI a través de un comunicado.

Durante la jornada se realizaron actividades variadas que giraron en torno a tres temas centrales:
- Derechos en el trabajo: promover el conocimiento de los derechos laborales fundamentales de los trabajadores en todas partes del mundo;
- Solidaridad: acción práctica que implique la cooperación entre sindicatos a través del mundo;
- Poner fin a la pobreza y a las desigualdades: una globalización nueva económicamente justa.
El concepto de trabajo decente, introducido y promovido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el año 1999, es una herramienta básica de lucha contra la pobreza y supone un salario digno, protección social básica y derechos sindicales y laborales fundamentales.

Acción Sindical por el Trabajo Decente y una Vida Digna
Esta jornada mundial fue pensada hace más de un año por la CSI y su rama hemisférica -la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas (CSA)- como una oportunidad sin precedentes para que los sindicatos interesados en promover el trabajo decente en todo el mundo, unan sus fuerzas en una movilización global de gran envergadura, siendo la primera en su tipo que convocan los Sindicatos en su historia.

En la Argentina, la Confederación General del Trabajo (CGT) -que lidera el camionero Hugo Moyano- y la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) -encabezada por Hugo Yasky-, adhirieron a la jornada y sus acciones incluyeron avisos y solicitadas en los principales diarios nacionales y afiches callejeros, se colocaron banderas en las sedes de los principales gremios, se embanderaron con consignas alusivas los frentes de los sindicatos y se realizó una suelta de globos en la Plaza de la República y en el Obelisco.