'No habrá empleo en un planeta muerto'. El desafío del sindicalismo global ante el cambio climático

18.09.2014 | Gestión

Presentamos una traducción de CCOO de un artículo de Alex White, comunicador ligado al mundo laboral y de las organizaciones de acción social. En el mismo habla de que la lucha contra el cambio climático no es un "lujo" de activistas en los países occidentales, que el tiempo se acaba y que los sindicatos a nivel mundial deben situarlo en el centro de su acción. UNI Global Union y la Confederación Sindical Internacional así lo han entendido, según las declaraciones de sus líderes Phillip Jenning y Sharan Burrow.


Al finalizar noviembre de 2013, Philip Jennings, secretario general de la federación sindical internacional UNI Global Union habló en una conferencia sobre el clima en Toronto. Su mensaje era simple: "no hay nada más importante que ahora esté enfrentando la humanidad que los peligros del calentamiento del planeta. No tenemos tiempo que perder ".

Para Jennings, que procede del Gales minero, la amenaza del calentamiento global equivale a una "guerra de clases", con las personas más pobres del mundo pagando un alto precio para producir el carbón de los más ricos. "Mientras que los multimillonarios preparan refugios seguros para ellos y su dinero", dijo, "los trabajadores y trabajadoras correrán con el coste del cambio climático."

Para los sindicatos globales como UNI Global, la lucha climática está empezando a fusionarse con la lucha por los derechos de los trabajadores y trabajadoras, especialmente en el tercer mundo. "Para los sindicatos, el empleo y el trabajo decente son parte central de sus reivindicaciones y el cambio climático no es favorable al empleo", dijo Jennings.

Bangladesh es un país donde la acción climática está a la vanguardia de las luchas importantes del movimiento obrero organizado. Como nación, se enfrenta a un enorme riesgo de fenómenos meteorológicos extremos y a la elevación del nivel del mar, ambos incrementados por el calentamiento global. De hecho, Bangladesh es considerado el país más vulnerable al cambio climático, de acuerdo con el “Cambio Climático de Maplecroft 2013” y el “Atlas de Riesgos Ambientales”:

"Con las corporaciones globales que invierten con fuerza en los vulnerables mercados en crecimiento para aprovechar el poder adquisitivo de la creciente población de clase media, estamos viendo el aumento de la exposición de los negocios a eventos relacionados con cambios climáticos extremos en múltiples niveles, incluyendo sus operaciones, cadenas de suministro y base de consumidores", dijo James Allan, uno de los autores.

"Ciclón Phailin demuestra la necesidad crítica de los negocios de hacer un seguimiento de la cambiante frecuencia e intensidad de los fenómenos relacionados con el clima, sobre todo donde la infraestructura y la logística son débiles."

La mano de obra masiva de la que los talleres textiles que alimentan las principales marcas de ropa del mundo dependen, proviene de agricultores que huyen de las zonas regionales inundadas. Cuando no están ocupados en evacuar sus hogares debido a las inundaciones, los trabajadores de los barrios pobres de Bangladesh corren el riesgo de sufrir accidentes de trabajo en fábricas mayoritariamente no reguladas, sitios de construcción y talleres con altos niveles de explotación.

Para los sindicatos, esto plantea un desafío.

El calentamiento global está teniendo claramente un gran impacto en la gente trabajadora; no sólo en su lugar de trabajo, sino su vida personal y en sus comunidades. El catastrófico ciclón Phailin golpeó la India en octubre de 2013 matando a 36 personas y provocando la evacuación de más de 550.000. El Ciclón Mahasen golpeó Bangladesh y Birmania en mayo 2013 causando la evacuación de un millón de personas y matando a 14 de los trabajadores de las zonas bajas, que están viviendo y trabajando en la zona cero del cambio climático.

Como organizaciones comprometidas con la mejora de la vida laboral de sus afiliados, ¿qué prioridad o respuesta deberían dar los sindicatos y federaciones sindicales internacionales al cambio climático?

Esta fue la pregunta que le hice a Sharan Burrow, presidenta de la Confederación Sindical Internacional, órgano representativo máximo del sindicalismo mundial, en julio de este año.

Burrow era la presidenta del Consejo Australiano de Sindicatos antes de ser elegida para la CSI en 2010, y los sindicatos australianos bajo su liderazgo jugaron un papel clave en el trabajo con grupos de defensa del medio ambiente y el apoyo a la acción climática nacional.

La respuesta de los sindicatos mundiales ha sido lanzar una campaña internacional para apoyar la acción contra el cambio climático. El objetivo, dice Burrow, es "movilizar a la afiliación del sindicato en el período previo a París y Perú" y "conseguir una transición centrada en la capacitación, el empleo y la tecnología".

"Los últimos informes del IPCC fueron impactantes", dijo Burrow, "y la conclusión es clara. Tenemos que descarbonizar nuestras sociedades y economías".

Una de las mayores amenazas climática a que se enfrentan los 170 millones de trabajadores representados por la CSI es el desplazamiento. "Los trabajadores de lugares como África ya están experimentando el desplazamiento climático. Miles de trabajadores de la agricultura en África están siendo desplazados por la sequía y los desastres naturales ", dijo. "En los próximos 25 años, la destrucción de la industria regional a través del desplazamiento climático es un riesgo mayor que el cierre de industrias debido a otras razones económicas" La desertificación en algunas zonas de África no es sólo aniquilará las industrias, sino comunidades enteras.

La agenda sindical mundial es apoyar las acciones para limitar el calentamiento a 2 grados centígrados, con el objetivo central de una transición justa. "La transición justa debe comenzar ahora", dijo Burrow.

La investigación de la CSI indica que incluso una pequeña inversión en energías renovables e industrias relacionadas podría crear decenas de millones de puestos de trabajo, así como salvaguardar industrias el acero, el hormigón y el aluminio limpiándolos. "El aluminio tiene un futuro", dijo, "simplemente, la combinación de energías."

"Podemos hacer la transición," dijo Burrow, "si la abordamos con instrumentos eficaces."

Sindicatos como UNI Global Union y sus afiliadas nacionales, representan a los trabajadores de servicios, como los trabajadores de finanzas, fabricantes de ropa, trabajadores de contact-center, funcionarios de correos y limpiadores que trabajan en corporaciones multinacionales hostiles, muchas de las cuales están a la vanguardia de las tácticas antisindicales, se enfrentan a este problema

Jennings, en una entrevista con The Guardian, explicó la magnitud del desafío que los sindicatos globales como UNI afrontan:

El núcleo de la industria que no respeta los derechos laborales y sindicales está en los EE.UU. Las compañías adoptan un enfoque casi paramilitar para provocar temor, amenazar los medios de vida y despedir al personal. Estas son las tácticas de mano dura que utilizan empresas allí radicadas que van desde Walmart a T-Mobile.

Las normas laborales y los derechos en muchos países, incluyendo los EE.UU., a menudo son escasas o inexistentes; muchas veces sólo sirven para dar poderes punitivos legales a los empresarios. Con las corporaciones multinacionales preparadas a adoptar en algunas naciones, como dice Jennings, enfoques "paramilitares" para evitar la sindicalización de sus trabajadores y las personas que trabajan en los países en desarrollo y que se enfrentan a graves lesiones, la muerte o la deportación, los sindicatos se enfrentan a decisiones difíciles.

Aunque el calentamiento global está afectando cada vez a más trabajadores y trabajadoras, los sindicatos a menudo tienen que centrarse en las cuestiones industriales "tradicionales" como la seguridad o los salarios. La campaña contra el Cambio Climático a veces puede ser percibida como un lujo, pero con la Organización Meteorológica Mundial de las Naciones Unidas prediciendo un "infierno climático" y más desastres e incertidumbre, los líderes sindicales como Burrow o Jennings advierten que el cambio climático es también un asunto sindical y que significará el mayor cambio industrial de nuestra generación.

"El tiempo para una transición pacífica está empezando a agotarse", dijo Jennings. "El mundo debe recortar las emisiones globales en un 50% en comparación con los niveles de 1990 y dejar más de la mitad de las reservas de combustibles fósiles sin extraer para darnos una oportunidad de limitar el aumento de la temperatura a 2 grados. Esto significa que el mundo necesita alcanzar sociedades de emisiones cero hacia 2050 "

Burrow dice la mayor barrera para el cambio es la falta de voluntad política. "Nuestros líderes no tienen la voluntad política de cambiar, y pueden ser dominados por las corporaciones con intereses propios, que apoyan a partidos políticos populistas que quieren asustar a la gente."

El lema sindical mundial sobre el clima es "no hay puestos de trabajo en un planeta muerto". El papel de los sindicatos a nivel mundial es capacitar a las personas a trabajar, dijo Burrow. "Tenemos que movilizar para lograr un ambicioso acuerdo global. No hay un planeta B ".

Alex White

(Fuente: CCOO)