Una eficaz capacitación laboral requiere estrecha articulación entre las empresas y el Estado
La Escuela de Economía de la UCA presentó un nuevo informe sobre empleo y capacitación laboral: Una eficaz capacitación laboral requiere estrecha articulación entre las empresas y el Estado. Según el estudio, en los países desarrollados un 28% de las personas entre 25 y 64 años recibe anualmente capacitación y el promedio de horas de capacitación en el año alcanza las 79. La capacitacion de los trabajadores está ampliamente extendida y es un instrumento valioso para elevar la productividad y competividad de las empresas. Ellas invierten importantes recursos en esta actividad, en general con adecuado apoyo y regulación por parte del Estado.
En la Argentina están poco sistematizadas y documentadas las acciones de capacitación que desarrollan las empresas. Solo 551 empresas - de un total de 520 mil empleadores registrados - accedieron al crédito fiscal para la formación y certificación de sus trabajadores. No hay datos disponibles de la capacitación recibida ni de la cantidad de trabajadores beneficiados por el sistema. La mayoría de las empresas no tienen desarrollada una cultura de capacitación para su fuerza laboral.
Los programas de capacitación que ofrece el Ministerio del Trabajo sólo llegaron en el año 2009 (último disponible) a 249 mil beneficiarios, lo que representa un porcentaje muy reducido de la fuerza de trabajo estimada en unos 11 millones de personas. De este total, 157 mil trabajadores asistieron a cursos de terminalidad educativa y 92 mil a cursos de capacitacion implementados mediante subsidios a entidades gremiales de trabajadores y empleadores. Es evidente que la capacitación laboral no esta muy desarrollada en Argentina.
En el informe se presentan algunas recomendaciones para una adecuada política de capacitación laboral. Ella requiere de una estrecha colaboración entre el Estado y las empresas, ya que hay que establecer mecanismos adecuados para la inserción laboral de los capacitados. Las empresas deben tener el liderazgo en el diseño de los programas y de los contenidos y demostrar su compromiso con una importante participación en el financiamiento.
Por otra parte, es necesario tener presente que las experiencias internacionales indican que las actividades de capacitación son un instrumento poco efectivo para mejorar las perspectivas de empleo e ingresos de los grupos con severas limitaciones estructurales de empleabilidad. En este sentido, ella no sustituye la necesidad de mejorar la calidad de la educación básica que reciben los jóvenes.