Una eficaz capacitación laboral requiere estrecha articulación entre las empresas y el Estado

21.10.2011 | Investigaciones

La Escuela de Economía de la UCA presentó un nuevo informe sobre empleo y capacitación laboral: Una eficaz capacitación laboral requiere estrecha articulación entre las empresas y el Estado. Según el estudio, en los países desarrollados un 28% de las  personas entre 25 y 64 años recibe  anualmente capacitación y el promedio de horas de capacitación en el año alcanza las 79. La capacitacion de  los trabajadores está ampliamente extendida y es un instrumento valioso para  elevar  la  productividad y competividad  de  las  empresas.  Ellas invierten  importantes  recursos en esta actividad, en general con adecuado apoyo y regulación por parte del Estado.


En  la  Argentina  están poco sistematizadas y documentadas las acciones de capacitación  que desarrollan las empresas. Solo 551 empresas - de un total de  520  mil empleadores registrados - accedieron al crédito fiscal para la formación  y certificación de sus trabajadores. No hay datos disponibles de la capacitación recibida ni de la cantidad de trabajadores beneficiados por  el  sistema.  La mayoría de las empresas no tienen desarrollada una cultura de capacitación para su fuerza laboral.

Los  programas  de  capacitación  que ofrece el Ministerio del Trabajo sólo llegaron en el año 2009 (último disponible) a 249 mil beneficiarios, lo que representa  un  porcentaje muy reducido de la fuerza de trabajo estimada en unos  11  millones  de  personas.  De  este  total,  157  mil  trabajadores asistieron  a  cursos  de  terminalidad  educativa  y  92  mil  a cursos de capacitacion  implementados  mediante  subsidios  a  entidades gremiales de trabajadores y empleadores. Es evidente que la capacitación laboral no esta muy desarrollada en Argentina.

En  el  informe  se  presentan  algunas  recomendaciones  para una adecuada política   de   capacitación   laboral.   Ella  requiere  de  una  estrecha colaboración  entre  el  Estado  y  las empresas, ya que hay que establecer mecanismos  adecuados  para  la  inserción  laboral de los capacitados. Las empresas  deben  tener  el liderazgo en el diseño de los programas y de los contenidos y demostrar su compromiso con una importante participación en el financiamiento.

Por   otra   parte,  es  necesario  tener  presente  que  las  experiencias internacionales   indican  que  las  actividades  de  capacitación  son  un instrumento  poco  efectivo  para  mejorar  las  perspectivas  de  empleo e ingresos   de   los   grupos  con  severas  limitaciones  estructurales  de empleabilidad.  En  este sentido, ella no sustituye la necesidad de mejorar la calidad de la educación básica que reciben los jóvenes.