La COP26 cerró el sábado por la noche luego de una maratónica sesión
Luego de la presión de la presidencia de Reino Unido para cerrar la COP26, a las 20 horas (Glasgow) se realizó el plenario final para la aprobación del último texto liberado cerca de las 18 horas. El acuerdo logrado se denominó como “Pacto Climático de Glasgow” e incluyó una mención “suavizada” a los combustibles fósiles, pasando de “eliminar” a “reducir progresivamente” estos combustibles.
Las maratónicas negociaciones, que iniciaron el 31 de octubre, fueron la consolidación de dos semanas de intenso trabajo y cerca de dos años de negociaciones virtuales y presenciales. El “Pacto Climático de Glasgow” despertó pasiones encontradas, algunas ONG como Amnistía Internacional se sintieron “traicionadas” y calificaron el acuerdo como “fallo catastrófico”. Otros, como el primer ministro de Fiji, Frank Bainimarama, calificó el acuerdo como “maltratado pero vivo”.
Las organizaciones que buscaban más ambición en el texto final de la COP26 se enfrentaron a una decepción cuando China, India, UE y EE.UU. generaron presión en el último minuto para socavar el lenguaje vinculado a la eliminación gradual de combustibles fósiles. Pese a esto, el texto sigue incluyendo una mención “suavizada” sobre combustibles fósiles, pasando del lenguaje de “eliminar” a “reducir progresivamente”. Para algunos esta mención sigue siendo un hito ya que desde la década de los noventa no se mencionaba a estos combustibles en un texto de la Convención. Además, se menciona la eliminación gradual de “los subsidios ineficientes” a los combustibles fósiles, detalle que generó cuestionamientos por la falta de claridad en el sentido de “ineficientes”.
Estos cambios de último minuto, realizados en medio del plenario de cierre, fueron condenados por los pequeños estados insulares, Suiza y México que cuestionaron la “poca transparencia” del proceso, además de calificar de fracaso la exclusión de las menciones a los asuntos de derechos humanos.
Para otros, el Pacto Climático de Glasgow logró avances gracias a que finalmente se aprobó el Artículo 6 sobre mecanismos de carbono, algo muy esperado ya que desde 2018 es el artículo más polémico de la negociación. El texto final sienta las bases mínimas para evitar la doble contabilidad de los créditos de carbono, sin embargo se cuestionó la habilitación del uso y traslado de créditos del protocolo de Kioto al nuevo mecanismo. La sociedad civil se quejó de este destalle ya que genera la posibilidad de que ciertos países utilicen créditos viejos (de 2013) para mitigar emisiones, en lugar de generar nuevas acciones. Por otro lado, el pedido de los países en vías de desarrollo de incluir financiación para la adaptación en el artículo 6.2 no fue aprobado. Aunque sí en el artículo 6.4, que habilitó financiamiento para adaptación (5%) y una tasa de cancelación automática de créditos del 2%, es decir que un porcentaje de los créditos no se podrá utilizar para compensar emisiones.
A pesar de estos avances, se cuestionó el lenguaje vinculado a los asuntos de derechos humanos, ya que se suavizó bastante en el artículo 6, quedando fuera de los aspectos técnicos. En la COP27 se seguirá discutiendo algunos aspectos como el artículo 6.8 sobre los mecanismos no basados en el mercado.
Las reglas de transparencia también se aprobaron. Las reglas acordadas significan que todos los países deben entregar planes climáticos a la ONU en ciclos de 5 años, aunque los analistas señalan el uso de la palabra 'alentar' para usar un marco de tiempo común para las NDC a partir de 2025 es más débil que antes.
Además, se adoptaron las tablas de informes comunes y los formatos tabulares, los esquemas de los informes y un programa de capacitación para revisores técnicos expertos. En particular, se acordó que todas las partes presentarían información utilizando los mismos formatos y tablas, lo que significa que la presentación de informes será más transparente, coherente y comparable. Se mantiene el plazo para la presentación de los primeros informes bienales de transparencia en el marco del Acuerdo de París para 2024.
“En general, este es un buen resultado que refleja el equilibrio de las opiniones de las Partes y proporciona una base sobre la cual implementarán el marco de transparencia mejorado del Acuerdo de París. Con esta decisión, la comunidad global comprenderá mejor el estado de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, el progreso hacia los objetivos climáticos (NDC) e información sobre apoyo financiero, tecnológico y de desarrollo de capacidades. Hay trabajo por delante, ya que los países se preparan para presentar sus primeros informes bienales de transparencia para fines de 2024”, indicó Nathan Cogswell de WRI a ComunicarSe, al finalizar el plenario.
Finalmente, los textos reafirman la determinación hacia la meta de 1,5ºC, impulsan la financiación climática para la adaptación y reconocen la necesidad de fortalecer el apoyo a los países vulnerables.
Periodista en la COP26: María Julia Arana
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