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“A la revolución de las energías limpias le seguirá la de movilidad autónoma eléctrica”

17.06.2021 | Movilidad Sostenible

Así lo afirma Elena Galante, Responsable del Observatorio de Movilidad Sostenible del Club de Excelencia en Sostenibilidad. Los cambios de hábitos provocados por la pandemia, el rol de la tecnología, el concepto de “movilidad como servicio”, la relación con los bonos verdes y los incentivos del sector público, son algunos de los temas abordados por la especialista.


¿Cuáles son los principales cambios de hábitos que ha provocado el COVID-19 en materia de movilidad?

Creo que lo que lo principal y lo más evidente es que el COVID ha influido en la forma en la que nos movemos y en los motivos para movernos. En la forma en la que nos movemos porque hay nuevas preferencias a nivel de movilidad y también porque el miedo al contagio ha hecho que algunas personas eviten el transporte público o el transporte de más personas. Por eso, se está viendo cómo el ecosistema de la movilidad se ha esforzado mucho por garantizar la higiene.

Entonces por un lado aumenta el interés por el desplazamiento en vehículos de uso individual, y de uso individual no solamente es que las personas prefieren moverse en su propio automóvil sino que hay más interés por vehículos de movilidad compartida como el carsharing. También ha influido el mayor uso de la bicicleta y de los monopatines eléctricos, que han recibido ayudas de comunidades autónomas y de gobiernos regionales para su adquisición, y que han tenido una demanda muy pronunciada una vez que se ha terminado con el confinamiento.

En cuanto a los motivos, ya no nos desplazamos por trabajo ni por estudio. Ahora se están empezando a retomar actividades presenciales, pero yo creo que ya tienen que ser bimodales. Ahí ya no hay marcha atrás. Esto también se puede ver en el comercio online que se ha disparado exponencialmente y ha forzado también a replantearse la distribución del transporte dentro de las ciudades, y empiezan a verse flotas de transporte también cero emisiones para entrar en las ciudades o hacerse el transporte de última milla más pequeño y ya no con camiones. Y esto se debe a que  estamos consumiendo más desde casa y salimos menos a la calle incluso para temas de ocio o laborales.


¿Qué rol está jugando la tecnología en cuanto a los cambios de hábitos?

La tecnología juega un papel fundamental. Yo creo en la idea de que la tecnología evita traslados.

Las restricciones en la movilidad y el miedo al contagio han hecho que estemos teletrabajando y que estemos trabajando desde casa, y eso es también gracias a la tecnología. En este sentido, las empresas han hecho una inversión inmensa. Porque al final no es llevarse un ordenador a casa sino tener sistemas de videoconferencia, tener sistemas de ciberseguridad que garanticen la seguridad de la información de la empresa. Hay una serie de desarrollos tecnológicos detrás que han sucedido en menos de menos de dos años porque estamos por videoconferencia con todo el mundo.

Y esto ya no sólo es para las personas que estamos en oficina sino que también hay otros trabajos que migran a la parte digital gracias a la tecnología y que antes eran necesariamente presenciales.

A esto se suma la movilidad multimodal, que nos facilita la tecnología, de poder tener en una aplicación la información para conocer a qué hora llega el tren, a qué hora sale el autobús, si cerca tengo o no una red de bicicletas, que para algunas ciudades yo entiendo que todavía queda muy lejano, pero otras ciudades ya están trabajando en eso. Y todo ese acceso a la movilidad también lo tenemos gracias a la tecnología.


La última edición del Observatorio de Movilidad Sostenible plantea que la “movilidad como servicio” ha proliferado a partir de la pandemia ¿A qué se debe?

La “movilidad como servicio” es un concepto que gira alrededor de las necesidades del usuario de forma integral.

Son sistemas de movilidad que permiten tener toda la información integrada en una sola plataforma tecnológica, pues brindan la opción de poder elegir. Es uno el dueño de la decisión que toma, no es la solución que pone el ayuntamiento de la ciudad, sino que uno como usuario es el que decide y puede optar por un transporte en el que se sienta más cómodo y más seguro.

Por ejemplo, si yo estoy en el salón de mi casa y quiero desplazarme hacia otro sitio, en el teléfono tengo la opción de cómo hacerlo de la manera más rápida o de la manera en la que yo realmente quiero hacerlo, por ejemplo de la manera más segura. Es ahí donde considero que radica su importancia y por qué este concepto de movilidad como servicio se ha consolidado con la pandemia, y es porque me da la posibilidad de elegir de qué forma me puedo transportar.


¿Qué observan con respecto a la movilidad eléctrica y la movilidad autónoma?

La movilidad eléctrica ha crecido rápido con los con los sistemas de vehículos compartidos. Bicicleta electrica, patineta eléctrica, ya no solamente pensando en un coche podemos referirnos a eso. Creo que ha sido el punto de partida de todos los servicios de vehículos compartidos de las ciudades. Además, uno ya no se imagina que ese tipo de servicios no sean de energías limpias, que a su vez han optado porque sea eléctrico.

Por otro lado, respecto a la movilidad eléctrica lo que se ve es esa migración de flotas de transporte hacia vehículos eléctricos. Sobre todo pensando en la última milla. La electrificación de los vehículos de la última milla está siendo cada vez más común. Y el incremento de las compras online evidentemente es parte de ello.

En el tema de normativas, leyes e incentivos, está la aprobación del Pacto Verde Europeo que tiene un capítulo importante vinculado con la movilidad sostenible. Ello empieza a permear en una serie de normativas, de incentivos, de política pública, que al final promueven la electrificación del transporte.

Por ejemplo, en España hay una ley de cambio climático que habla de metas que tienen que ver con la migración a flota de vehículos eléctricos, o de crecimiento de la infraestructura de recarga eléctrica. Allí se observa que aumenta el interés de la administración pública por potenciar la movilidad eléctrica. Por un lado a través de subvenciones que ayudan a comprar un vehículo eléctrico con una pequeña suma, que premian por entregar un vehículo viejo, y también proliferan las infraestructuras de recarga que es una de las principales barreras para el desarrollo de la movilidad eléctrica.

Con respecto a la movilidad autónoma, la primera reflexión es que se va a ser eléctrica y que va a ser la siguiente revolución. Estamos terminando con esta revolución de energías limpias para pasar después a una de movilidad autónoma. Y lo primero que pienso cuando hablamos de movilidad autónoma es en todas aquellas personas que hoy no pueden desplazarse por temas de discapacidad física y que van a poder hacerlo. Hay ahí un impacto social muy fuerte, ya no sólo ambiental, vinculado con toda esta movilidad y que tiene una base tecnológica fenomenal.


¿Cómo se relacionan los Bonos Verdes y la Movilidad Sostenible?

La relación es que los bonos verdes son una herramienta muy potente para financiar el desarrollo de la movilidad eléctrica.

Por ejemplo, si una empresa quiere desarrollar un proyecto pero tiene una necesidad de financiamiento, entonces puede trasladar esa necesidad al sistema financiero y el mercado puede responder comprándole bonos verdes con los cuales ellos pueden financiar ese proceso y los clientes obtener un beneficio. Además, hay fondos de inversión que se crean para desarrollar algo específico.

Es un mecanismo de financiación muy interesante porque los inversores saben que van a obtener un beneficio, saben que su dinero se va a utilizar para algo que tiene un beneficio común, ya no solo propio, y la empresa puede seguir financiando un I+D que de otra manera no podría hacerse. Esto puede hacerse a nivel empresa, pero también hay ejemplos de países que se han financiado de esta forma para electrificar el transporte público. Esto está vinculado con la lucha contra el cambio climático porque estamos hablando de evitar consumo energías fósiles.

Si bien los bonos verdes no solamente financian movilidad eléctrica, creo que es un segmento del mercado que veo cada vez más específico cuando uno analiza los productos financieros de los bancos.


¿Cómo puede el sector público brindar incentivos para la Movilidad Sostenible?

Lo puede hacer a través de reducciones fiscales, ayudas económicas, y sobre todo dando el ejemplo con sus propias flotas de vehículos oficiales.

Otra forma de hacerlo son las compras públicas responsables que premian a las empresas dándoles prioridad en las contrataciones.

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