El problema es que la RSE es voluntaria
El secretario confederal de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, afirmó esta semana en Santander, en una de las conferencias del I Encuentro Europeo sobre Desarrollo Sostenible organizado por este sindicato, que la 'responsabilidad social de las empresas ha avanzado muy poco en Europa desde que comenzó a debatirse en el año 2000, y más en España, donde su planteamiento fue posterior porque en aquella época cuestionaba el modelo económico y político imperantes'.Ferrer agregó que 'uno de los grandes problemas de la responsabilidad social en las empresas es su carácter voluntario, tras la negativa de las propias empresas a que esta materia se regulase con una serie de obligaciones e indicadores para medir su grado de cumplimiento'.
De todos modos, apuntó que 'la responsabilidad social se ha llegado a interiorizar en las empresas españolas y europeas pero por sus propios intereses, fundamentalmente porque con ella se hacía más atractivas para sus clientes, para la sociedad y para los poderes públicos'.
'Es más, hoy las empresas incluso exigen responsabilidad social a sus subcontratas, lo que confirma que se extiende por sí sola aunque no esté regulada', agregó el sindicalista.
Según informó UGT en nota de prensa, en su intervención Ferrer recordó los primeros pasos del debate sobre la responsabilidad social en España con la creación del Grupo de Expertos en Responsabilidad Social creado por el Gobierno y algunas iniciativas en el Congreso de los Diputados, aunque definió su inclusión en el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva del año 2005 'como el primer gran logro en esta materia'.
'Por primera vez, sindicalistas y empresarios empezamos a hablar de responsabilidad social en este país y de cómo promocionar las buenas prácticas tanto en el ámbito sectorial como en el de las empresas', subrayó el secretario confederal de Acción Sindical de UGT.
'NO ES FILANTROPÍA'
Toni Ferrer aludió al último acuerdo nacional sobre responsabilidad social en las empresas suscrito en diciembre del año pasado, que en su opinión, 'es de suma importancia porque, por primera vez, se define el concepto de responsabilidad social, que no es mera filantropía o hacer obras sociales'.
En este sentido, Ferrer comentó que 'esta definición implica que la responsabilidad social va incluso más allá de lo estipulado por la legislación y el convenio colectivo, aunque está claro que si una empresa ni siquiera cumple con sus obligaciones legales no puede ser responsable bajo ningún concepto'.
El secretario confederal de Acción Sindical de UGT añadió al acuerdo nacional de responsabilidad social en las empresas de 2007 otras dos consecuencias beneficiosas 'muy importantes': un marco regulador de lo que se entiende como buenas prácticas en las empresas, aunque la responsabilidad social siga siendo voluntaria; y la constitución del Consejo Estatal de Responsabilidad Social en las Empresas.
INTERLOCUTORES SOCIALES
En relación a dicho Consejo, el sindicalista se felicitó porque 'es el primero de un país de la UE que integra a los agentes e interlocutores sociales, desde los sindicatos más representativos a los ecologistas y las asociaciones de consumidores'.
Ferrer puntualizó que la inclusión de agentes e interlocutores sociales en el Consejo de Responsabilidad Social en las Empresas español 'no ha sido algo fácil ni pacífico' porque 'hubo muchas opiniones discrepantes poderosas al respecto que planteaban una composición sin sindicatos ni grupos sociales de interés y objetivos muy distintos a los finalmente aprobados'.
'La pretensión inicial de algunos empresarios fue de excluirnos porque, según ellos, si la responsabilidad social es de las empresas, no pintamos nada en el Consejo ni los trabajadores ni los sindicatos', aseguró el secretario confederal de Acción Sindical de UGT.
(Europa Press)