El director de Interconsult, Juan Doyenart, explicó que el 56% de los uruguayos consideró que los empresarios no son un buen ejemplo para sus hijos, en la medida que son vistos como personas egoístas, que explotan a los trabajadores y cuyo único objetivo es ganar dinero.
Esta opinión va más allá del éxito o fracaso social, según la consulta realizada entre el 8 y el 10 de junio en 790 hogares de todo el país y de todos los sectores sociales.
Doyenart recordó que encuestas anteriores indicaron que sólo 7% de los uruguayos aspiraba a que un hijo suyo fuera empresario, inclinándose en forma abrumadora por las profesiones universitarias liberales.
Según el especialista, en Uruguay "se ha desarrollado una cultura antimercantilista que "condena" la riqueza y el estatus social, valorando la humildad y pureza de la pobreza".
"Además pecamos de algo aún más grave: el creer que la riqueza está allí, que al igual de los primeros inmigrantes sólo tenemos que tomarla. La riqueza no hay que generarla, sólo repartirla", estimó Doyenart.
Afirmó que "en nuestra sociedad el éxito se esconde, se disimula, porque se lo considera socialmente mal visto, a diferencia de otras sociedades que lo realzan, lo premian e incluso lo agrandan por considerarlo un valor positivo".
Estimó que esa es la explicación por las que "para casi las dos terceras partes de (los votantes de) la izquierda el empresario no es un buen ejemplo para nuestros hijos, al igual que para 62 por ciento de los montevideanos, 64% de las personas de mayor nivel de instrucción" y 62% de los jóvenes.
Sin embargo, para la mayoría de los estratos más bajos y casi la mitad de los residentes el interior del país, el empresario es un ejemplo para los más jóvenes, dijo Doyenart.