Críticas a Australia por abolir impuesto a emisiones de carbono
El Senado de Australia ha votado a favor de rechazar el impuesto especial a las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, aprobado en 2011 y promulgado en 2012 durante el Gobierno de la laborista Julia Gillard. El impuesto inicialmente obligaba a las grandes empresas contaminantes a pagar unos 23 dólares locales (21,7 dólares estadounidenses, 16,1 euros) por tonelada de CO2 emitida. El plan incluía un aumento de un 2,5 por ciento en términos reales hasta 2015, año en que se daría paso al sistema de comercio de emisiones.
La eliminación del impuesto al carbono fue una de las principales promesas electorales del conservador Tony Abbott, con el objetivo, según su propuesta, de reducir su repercusión en las tarifas eléctricas de los hogares y pequeños negocios.
Unos 600 científicos y activistas expresaron su "grave" preocupación por esta decisión. «Este cambio reciente ha preocupado a todos», expresó en un comunicado el copresidente del comité de la Asociación de Biología Tropical y Conservación, José Fragoso, quien se preguntó cómo afrontará Australia sus «serios» asuntos medioambientales. Dijo que el Ejecutivo del conservador Tony Abbott ha dado un doble golpe a los esfuerzos para mitigar el cambio climático con la derogación de este impuesto y la reducción de la financiación a las investigaciones ambientales.
La asociación, que es la mayor organización dedicada al estudio de ecosistemas tropicales, pidió también que se mantenga el objetivo de promover el uso de energías renovables y se refuercen las leyes para prohibir la importación de madera talada ilegalmente.