Australia, como muchos países, está lidiando con un mercado energético en transición. Es un tema políticamente cargado, pero dos importantes desarrollos políticos crean esperanza para un mejor enfoque.
El Primer Ministro Malcolm Turnbull anunció la semana pasada que restringirá las exportaciones de gas y reservará suministros para los australianos. Esto viene después de un ambicioso plan para aumentar la capacidad hidroeléctrica en Tasmania.