La Guía se divide en dos documentos de trabajo: uno dirigido a los colegios de abogados y otro dirigido a los abogados de negocios que trabajan en despachos privados. 

El Presidente de la IBA, Michael dijo Reynolds, afirmó al respecto: “La Guía IBA busca apoyar el desarrollo de una estrategia global para la integración de las Directrices Ruggie en la práctica legal. Mediante nuestro liderazgo tenemos la intención de movilizar a la profesión legal para tomar medidas activas para integrar los Principios Rectores a los servicios que prestan a sus clientes".

La Guía fue desarrollada por el Grupo de trabajo en DD.HH. y empresas de la Asociación Internacional de Abogados (IBA) que incluye a representantes y miembros de ocho asociaciones nacionales de abogados y asociaciones jurídicas. 

La Guía establece en detalle el contenido básico de los Principios Rectores y orienta a los abogados para detectar los temas relevantes en DD.HH. al prestar asesoramiento legal y el potencial de sus implicaciones para las Firmas de Abogados.

Se destaca porque anima a los colegios de abogados a desarrollar una estrategia de gestión en materia de derechos humanos dentro de la Asociación.