Si bien la información aún no ha sido confirmada por la empresa,  es común que deje de ofrecer soporte técnico a dispositivos con más de cinco años de antigüedad. Apple sostiene en su política medioambiental que el iPhone tiene una vida útil de tres años, y los ordenadores Mac de cuatro años. Algunos meses atrás la compañía explicó a través de un comunicado que mide "la potencia consumida por un producto mientras se está ejecutando en un escenario simulado". La obsolescencia programada afecta a todos los móviles anteriores a la generación del iPhone 6 y 6 Plus.

“Es realmente un mal ejemplo de una estrategia de obsolescencia programada y de menosprecio hacia los consumidores y el medio ambiente. Apple sigue siendo una marca importante, pero las cosas están empezando a cambiar y sus ventas están yendo hacia abajo, debido a que toman la gente por idiota con estas estrategias de obsolescencia programada”, asestó Laetitia Vasseur, Directora de la ONG francesa “Paren la Obsolencia Programada”.

Desde Greenpeace consideran que la venta de productos con funcionalidad de corto plazo está quitando legitimidad a las empresa y pone en duda sus estrategias de sustentabilidad.

“El problema es que Apple no informó a los usuarios de iPhones 4S de que iOS 8 podría hacer que sus móviles funcionaran peor. Esos teléfonos no están rotos, Apple los rompió con una actualización de software”, agrega el experto en tecnología Christopher Mims.

“Apple empuja a los desarrolladores a diseñar apps que solamente funcionen en el último sistema operativo”, explica el fundador de Primate Labs, John Poole.

En algunos países como Turquía y en estados como California las leyes locales obligan a las empresas a extender la vida útil de sus productos hasta siete años.