Se trata de tres insecticidas denominados neonicotinoides, que en 2013 se prohibieron en forma parcial y se utilizan comúnmente en la agricultura intensiva para proteger a los cultivos de las plagas. Cinco años después, la CE los limitará en espacios abiertos en los que operan las abejas, pero sí los permitirá en invernaderos donde las abejas no queden expuestas.

La decisión fue celebrada por organizaciones como Greenpeace, Avaaz o SumOfUs, que ejercieron una fuerte presión para prohibir los pesticidas, así como también lo hizo el Grupo Verde del Parlamento Europeo. La petición de la organización ciudadana grupo Avaaz alcanzó cinco millones de firmas.

"Prohibir estos pesticidas tóxicos es un faro de esperanza para las abejas. Finalmente, nuestros gobiernos están escuchando a sus ciudadanos, la evidencia científica y los agricultores que saben que las abejas no pueden vivir con estos químicos y que no podemos vivir sin abejas", dijo un portavoz de Grupo Avaaz.

Las abejas y otros insectos son vitales para la producción de alimentos y polinizan aproximadamente el 75% de todos los cultivos. Los neonicotinoides, que contienen sustancias químicas similares a la nicotina, pueden dañar el cerebro de las abejas y dejarlas adictas. La UE ya había prohibido los neonicotinoides en cultivos en floración como la colza en 2013. Pero un importante informe publicado en febrero mostró que las abejas podrían ser perjudicadas por cualquier uso al aire libre, porque los pesticidas aún terminan en el suelo y el agua. Este nuevo movimiento los verá prohibidos de todo uso al aire libre, para evitar que contaminen el medio ambiente.

La nueva prohibición de los neonicotinoides ya ha sido aprobada, y se espera que entre en vigor más adelante en el año. Significará que su uso solo se permitirá en invernaderos cerrados. Martin Dermine, de Pesticide Action Network Europe, dijo: "La autorización de los neonicotinoides hace un cuarto de siglo fue un error y provocó un desastre ambiental. La votación de hoy es histórica".

Vytenis Andriukaitis, comisionado europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, dio la bienvenida a la decisión y dijo: "La comisión había propuesto estas medidas meses atrás, sobre la base del asesoramiento científico de Efsa. La salud de las abejas sigue siendo de suma importancia para mí, ya que se trata de la biodiversidad, la producción de alimentos y el medio ambiente".

Sin embargo, la prohibición ha recibido algunas críticas, en su mayoría de agricultores y grupos de agricultores, que afirman que la UE está siendo precavida. "La agricultura europea sufrirá como resultado de esta decisión", dijo Graeme Taylor, de la Asociación Europea de Protección de Cultivos. "Tal vez no hoy, quizás no mañana, pero con el tiempo los que toman las decisiones verán el claro impacto de eliminar una herramienta vital para los agricultores".

El Sindicato Nacional de Agricultores (NFU) del Reino Unido también comentó sobre las noticias: "Los problemas de plagas que los neonicotinoides ayudaron a los agricultores a enfrentar no se han ido. Existe un riesgo real de que estas restricciones no hagan nada mensurable para mejorar la salud de las abejas, al tiempo que comprometen la efectividad de la protección de los cultivos".