Desde hace 11 años, NOVARTIS Argentina lleva adelante el proyecto de Sustentabilidad “Santo Domingo”. Eje principal de su política ambiental y de RSE, el campo de plantación forestal fue ideado para compensar las emisiones de carbono y generar un proyecto forestal sostenible, según el mecanismo de desarrollo limpio (MDL) del Protocolo de Kioto. 

“En el año 2001 Novartis adhirió al Pacto Global de Naciones Unidas y en 2004 estableció una meta voluntaria para el cumplimiento del Protocolo de Kioto. El objetivo era disminuir un 5% la emisión de gases de efecto invernadero para 2012, en comparación con los niveles de 1990. A partir de ese momento, empieza a desarrollar una fuerte política medioambiental”, explica Germán Rossi, Gerente Regional de Salud, Seguridad y Medio Ambiente para el área de Operaciones Comerciales de Novartis, en una entrevista para ComunicaRSE.

Esta política se basaba en mejorar la eficiencia energética de las operaciones de la compañía, no solo en las plantas de producción sino en todos los edificios comerciales. En esta línea, -y a nivel mundial-, los proyectos de captura de dióxido de carbono, como el proyecto de Santo Domingo, surgieron para compensar la diferencia que no se lograba alcanzar en la eficiencia energética.

Con una inversión de 16 millones de dólares y en asociación con GMF Latinoamericana, Santo Domingo es único por su triple impacto: económico, social y ambiental; ya que captura dióxido de carbono de la atmósfera, confirma el compromiso ambiental de Novartis y genera beneficios a largo plazo para las comunidades locales, como la creación de empleo y la producción de madera de alto valor, reduciendo el impacto sobre el bosque nativo y cumpliendo con los objetivos de desarrollo sostenible a los que adhirió la compañía en el pacto Global de las Naciones Unidas. 

Santo Domingo se ubica en un predio de 3.400 hectáreas ubicado en Ituzaingó, provincia de Corrientes, y desde 2007, se plantaron más de 3.5 millones y medio de árboles de 20 especies diferentes que lograron disminuir 500 mil toneladas de dióxido de carbono, lo que equivale a lo emitido por 140 mil autos en promedio en un año, convirtiéndose en el más exitoso de los 4 proyectos que Novartis tiene en Colombia, Mali y China.

Al ser una iniciativa mundial, los proyectos se gestionan desde el área de medio ambiente global, junto con el área de Corporate Affairs, y con representantes a nivel local.

Como parte de sus objetivos iniciales, se busca capturar 600 mil toneladas de dióxido de carbono hacia 2020 y cuatro mil millones de toneladas, para 2040.

El proyecto, se incluye en la estrategia de Novartis, que tiene tres objetivos: clima, residuos y agua. “En el primer punto, el objetivo es ser una empresa carbono neutral, usar energías renovables para 2025 y desarrollar criterios ambientales con todos los proveedores; en el eje residuos, se trabaja para lograr una economía circular, desarrollar el diseño sustentable y ser plástico neutral para 2030; en el uso del agua, tenemos como objetivo reducir la mitad de su consumo para 2025 y lograr la neutralidad para 2030”, finaliza Germán Rossi.