Ley contra la deforestación complica el acuerdo de Europa con el Mercosur
La Comisión Europea avanzó este martes con una norma que evaluará el riesgo de deforestación de productos de importación como aceite de palma, ganadería, madera, café, cacao, caucho y soja. La medida hizo mucho ruido en las cancillerías de Brasil y Argentina y hace peligrar el acuerdo económico entre ambas regiones.
La futura norma establece reglas obligatorias de debida diligencia para todos los operadores y comerciantes que colocan, ponen a disposición o exportan los siguientes productos del mercado de la UE: aceite de palma, ganado, madera, café, cacao, caucho y soja . También se aplican a una serie de productos derivados , como chocolate, muebles, papel impreso y productos de cuidado personal.}
Los operadores deberán rastrear los productos básicos que están vendiendo hasta la parcela de tierra donde se produjeron. Al mismo tiempo, las nuevas reglas tienen como objetivo evitar la duplicación de obligaciones y reducir la carga administrativa para los operadores y las autoridades.
El reglamento crea un sistema de evaluación comparativa , que asigna un nivel de riesgo relacionado con la deforestación y la degradación forestal (bajo, estándar o alto) a países dentro y fuera de la UE. La categoría de riesgo determinará el nivel de obligaciones específicas de los operadores y las autoridades de los estados miembros para llevar a cabo inspecciones y controles.
Según fuentes diplomáticas brasileñas, el Gobierno de Lula sostiene que la reciente norma promulgada constituye una "acción unilateral" que contradice los principios de libre comercio y el espíritu de acuerdos internacionales, como el Mercosur-UE. Además, se suma a la creciente preocupación generada por lo que Brasilia considera como demandas ambientales adicionales planteadas por la parte europea para la ratificación del acuerdo comercial entre ambos bloques.
En noviembre, un grupo compuesto por 14 de los principales productores de materias primas, incluyendo Brasil, Argentina, Colombia, Indonesia, Malasia y Costa de Marfil, envió una carta a los líderes de las instituciones europeas. En la carta, expresaron su descontento con lo que perciben como una medida unilateral y se mostraron preocupados por la posible naturaleza discriminatoria y punitiva del proceso de evaluación de riesgos establecido por esta normativa. Según documentos a los que el diario EL PAÍS tuvo acceso, también se han hecho acusaciones de proteccionismo y hasta de colonialismo en relación a los posibles conflictos que Europa cree que puede provocar esta norma.
Un documento interno de la cancillería argentina analizado por ComunicarSe dice que "el aumento del costo de las importaciones alcanzadas podría anular la diferencia de costo que tiene el proveedor externo, lo que creará un "campo de juego desnivelado" en contra de los proveedores externos y a favor de los internos que producen o importan bienes no alcanzados por la regulación".
Las nuevas normas también tienen en cuenta la protección de los derechos humanos relacionados con la deforestación y se agregó una referencia al principio del consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas.
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